Luego de la infancia, comienza un periodo de crecimiento significativo tanto en aspectos cognoscitivos y sociales como en áreas emocionales, cuando es importante proveer a nuestros niños de una alimentación saludable. Es importante conocer que ésta es una etapa donde aumentan sus requisitos nutricionales y aunque también les aumenta el interés en descubrir cosas nuevas, el reto para tratar de incluir alimentos saludables es mayor ya que después de los dos años, a los niños les puede disminuir el apetito, porque su velocidad de crecimiento es más lenta.
Factores Genéticos: Enfermedades genéticas.
Factores de Comportamiento: Comer demasiadas calorías y poca actividad física.
Factores Ambientales: Ejemplo de los padres y hábitos aprendidos en lugares de cuido o la escuela.
La cada vez mayor incidencia en condiciones de obesidad, diabetes e hipertensión en la etapa de la niñez ha motivado a distintos componentes de la sociedad, incluyendo ramas del gobierno, profesionales de la salud, autoridades escolares y la industria de alimentos, a aunar esfuerzos para promover estilos de vida saludables que minimicen o reduzcan el desarrollo de estas condiciones en los niños. Entre otras, las enfermedades crónicas pueden afectar la absorción de nutrimentos para un crecimiento y desarrollo óptimos, poniendo en riesgo la calidad de vida y la salud de generaciones futuras. Por ello, cada vez es más imperioso promover y modelar buenos hábitos de alimentación en esta etapa del ciclo de vida.
“Las enfermedades crónicas pueden afectar la absorción de nutrimentos para un crecimiento y desarrollo óptimos, poniendo en riesgo la calidad de vida y la salud de generaciones futuras”
En la niñez se pueden desarrollar cambios en preferencias o “manías”, durante los cuales se rechazan alimentos que se aceptaban anteriormente o se prefiere consumir el mismo alimento en cada comida.
Puede ser un tiempo difícil para los padres, quienes enfrentan continuas frustraciones y retos, preocupados de que la nutrición de sus niños se vea negativamente afectada en esta etapa. Se debe de entender que es un proceso normal del desarrollo y que con mucha paciencia, disciplina y tolerancia se puede superar satisfactoriamente. Consulte al pediatra, nutricionista o profesional de la conducta humana de su preferencia de ser necesario.
*Se recomienda utilizar leche baja en grasa a partir de los 2 años de edad, ya que la grasa de la leche es necesaria para un óptimo desarrollo neurológico.
Mahan, L.K., Escott-Stump, S. (2008) Krause’s Food and Nutrition Therapy, 12th ed.
W.B. Saunders, Co. Phila, pgs 222-245, Chapter 7th