El dolor de oídos es una dolencia de la que pocos niños se libran. En algunos casos puede ser provocado por una infección catarral de las vías respiratorias altas, o por una infección de garganta; en otros, puede deberse a otras causas como las lesiones que se provoca el niño a sí mismo rascándose el conducto auditivo o por la entrada de agua en el oído, por ejemplo durante la práctica de la natación.
Para aliviar el malestar que provoca aquí te proponemos algunos trucos caseros, aunque siempre recomendamos acudir al especialista para valorar el alcance de la lesión.
2– Exprimir un ajo y aplicar una gota en el oído. Tiene cualidades analgésicas y actúa como un antibiótico natural que puede contribuir a aliviar el dolor.
3– Poner unas gotas tibias de aceite de oliva o de aceite de almendra en el oído ya que actúa como un lubricante aliviando el picor y la sequedad del mismo.
4- Colocar una bolsa de agua caliente envuelta en un paño sobre el oído.
5– Aplicar 3 gotas de leche materna en el oído.
6– Poner a cocer una cebolla pequeña o un poco de jengibre en agua. Dejar enfriar y escurrir. Poner en el oído 2 o 3 gotas de este líquido puede aliviar el dolor.
7- Cuando el niño tiene edad suficiente para poder masticar chicle, este gesto puede aliviar la presión del oído ayudando a que se ventile permitiendo su drenaje.
Guía Infantil