Cada vez es más frecuente encontrar niños que mienten, que se muestran agresivos y retadores, que desobedecen, que insultan, etc. Todos esos comportamientos que aparecen como síntomas, muestran que existe algún tipo de problema de conducta.
Cuando en el entorno del niño se utilizan las amenazas, los gritos y los castigos para mejorar la conducta del pequeño, los padres, los profesores o los familiares más cercanos se están equivocando y pueden llegar a conseguir el efecto contrario al que buscan e, incluso, incrementar aún más la mala conducta de los niños.
Por tanto, para mejorar la conducta es preciso que se utilicen otras maneras de actuar ante estas situaciones usando estrategias basadas en el refuerzo positivo y dejando de lado el castigo. En este sentido, podemos hablar de las tablas de puntos para mejorar la conducta del niño, como un método alternativo al castigo y que se basa en ofrecer otras alternativas y reforzarlas.
La tabla es una herramienta de modificación de conducta basada en la llamada “economía de fichas”. Esto consiste en seleccionar unas conductas que se van a reforzar positivamente cuando aparezcan, asignándole un punto o una pegatina.
Este tipo de tabla de puntos para mejorar la conducta del niño se suelen usar cuando el niño tiene alrededor de 6 años en adelante. Son muy efectivas para cambiar comportamientos concretos. Para ello, se deben utilizar de manera adecuada y no abusar de ellas para que funcionen y aumente la probabilidad de que las conductas reforzadas vuelvan a aparecer en situaciones similares.
Para no cometer todos los errores es preciso seguir una serie de consejos:
Por: Borja Quicios |Psicólogo educativo
Guía Infantil