Ayudar a moldear el comportamiento de sus hijos es parte fundamental de la labor de los padres. Esto puede ser tan difícil como gratificante. Aunque algunas veces puede ser un gran reto, algunos principios básicos pueden ayudar.
Los niños aprenden observando a todas las personas a su alrededor, especialmente a sus padres. Cuando usa buenos modales y buenas estrategias para enfrentar dificultades, usted le está enseñando a su hijos a hacer lo mismo.
Si lo que supone no es correcto, permita que sus niños la corrijan.
Si usted es como somos casi todos, dejará a sus niños solos si se están portando bien, pero cuando sus niños se están portando mal, usted les prestará toda su atención. Esto tiende a ser contraproducente.
“¡Darle atención al mal comportamiento lo que logra es que utilicen el mal comportamiento para llamar más la atención!”
La mejor manera de mejorar el comportamiento es prestarles mucha atención a los niños cuando están haciendo algo que a usted le gusta y no prestarles atención cuando están haciendo algo que no le gusta.
Una manera fácil de aumentar la buena conducta es describiendo la buena acción y elogiándolos cuando hacen un verdadero esfuerzo. Por ejemplo:
Puede ser difícil acostumbrarse a hacerlo, pero se vuelve más fácil entre más lo hacemos.
Cuando los niños reciben suficiente atención positiva de parte suya, no necesitan portarse mal para llamar la atención. Recuerde siempre de brindarle a sus niños mucho amor y afecto durante todo el día, todos los días. Una manera muy fácil de hacerlo es disfrutar del tiempo juntos.
“Jugar con sus niños por tan solo 5 minutos puede dar muy buenos resultados, especialmente al regreso a casa del trabajo o después de hacer una diligencia”.
Cuando juegue con sus niños, déjelos escoger el juguete y ser los encargados del juego. Puede ser difícil no decirles a sus niños qué deben hacer o hacerles muchas preguntas, pero es mejor no hacerlo. En vez trate de sólo describir lo que están haciendo sus niños y felicítelo: “Qué bien que te quedas sentado mientras jugamos”.
Otra forma es prestarles atención cuando se portan bien, sin distraerlos mientras lo están haciendo, es con una caricia suave y cariñosa; por ejemplo, tocando suavemente su hombro o la espalda. Se recomienda que tenga de 50 a 100 breves contactos físicos o caricias con sus niños todos los días.
“Usted puede reducir los malos comportamientos si no les presta atención, pero esto solo funciona siempre y cuando usted le esté prestando mucha atención cuando se comporta bien”.
La manera más simple de hacer esto es ignorándolos. Ignorar quiere decir, no hablarles, mirarlos o tocarlos cuando sus niños se están portando mal. El secreto para que ignorar funcione es cerciorarse de prestarle atención positiva tan pronto como deje el mal comportamiento, como por ejemplo diciendo:
Es importante no ignorar comportamientos peligrosos que necesitan que usted les preste atención de inmediato.
Redacción Pediatría y Familia