El virus respiratorio sincitial (VRS) es una de las afecciones respiratorias más comunes en bebés y niños pequeños. Al igual que las gripes y los resfriado comunes, este virus se manifiesta a través de síntomas catarrales como congestión nasal, tos, malestar general, fiebre, etc.
Este virus, por lo general, infecta con frecuencia los pulmones y las vías respiratorias. De hecho, si no se trata de la manera correcta puede desencadenar en bronquiolitis o una neumonía, sobre todo en bebés prematuros, bebés menores de un año y niños con deficiencias pulmonares, cardíacas y/o del sistema inmunitario.
Similar a otras afecciones respiratorias, el virus sincitial se propaga con facilidad en colegios, guarderías e instituciones preescolares, ya que puede sobrevivir en superficies como los pomos de las puertas, las manos y la ropa. Este virus suele manifestarse en forma de epidemia local, y tiene una duración aproximada de una semana, aunque en algunas ocasiones puede extenderse por un par de semanas más.
Los síntomas suelen aparecer entre 2 y 8 días después del contacto con el VSR, y como tal no tiene cura. A diferencia de los resfriados por temporada, los medicamentos como antibióticos y esteroides no hacen efecto contra el virus.