Los problemas para conciliar el sueño afectan a entre el 15 % y el 25 % de los niños y adolescentes.
“No dormir lo suficiente suele provocar ciertos comportamientos y problemas de salud bastante complicados: irritabilidad, dificultad para prestar atención, presión arterial alta, problemas de peso y obesidad, dolores de cabeza y depresión“.
Así que, al respecto no sorprende que sean muchos los padres en busca de una solución.
Los buenos hábitos del sueño son el mejor remedio
A menudo, los problemas para conciliar el sueño de los niños se pueden resolver con buenas rutinas para la hora de dormir. Las rutinas pueden ser específicas para su hijo y su edad, pero deben ocurrir todas las noches más o menos a la misma hora. Esto ayudará a su hijo a entender que es hora de tranquilizarse y de ir a dormir.
La clave para tener éxito con la rutina de la hora de dormir es ser constante. Cuando empiece una nueva rutina a la hora de dormir es posible que le tome un tiempo para implementarla. ¡No se rinda! Las rutinas son excelentes para los niños y vale la pena tomarse el tiempo necesario para adoptarlas.
Si no logra implementar una buena rutina para la hora de dormir para su hijo, hable con el pediatra para ver si hay otros problemas que podrían estar provocando las dificultades de su hijo para dormir.
¿Cómo afecta al sueño la luz azul de las pantallas? Las luces azules (de tabletas, lectores electrónicos o teléfonos inteligentes) tienen una longitud de onda corta que afecta los niveles de melatonina más que cualquier otra longitud de onda. La luz azul engaña al cerebro y le hace creer que es de día; eso nos hace sentir más alertas cuando deberíamos sentir sueño dado que estamos acostados en la cama. Con el tiempo esto causa estragos en la producción natural de melatonina de nuestro cuerpo. La American Academy of Pediatrics recomienda evitar la exposición a pantallas durante al menos 1 hora antes de irse a dormir. El uso de dispositivos después de la hora de irse a la cama, en especial videojuegos o programas con contenido violento, también puede afectar el sueño. |
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Lo que los padres deben saber sobre la melatonina:
La melatonina es una sustancia natural, similar a una hormona, producida por un área del cerebro llamada glándula pineal. Se libera naturalmente durante la noche y le dice al cuerpo que es hora de dormir.
“La melatonina se vende como ayuda (auxiliar) para dormir”.
Se puede conseguir de venta libre como suplemento alimentario, lo que significa que la puede comprarla en la farmacia o en una tienda naturalista sin receta médica. No obstante, esto también significa que su uso no está regulado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ni aprobado para ese fin.
“Aunque la melatonina cumple una función en el sueño, NO es una píldora para dormir. Solo debe usarse después de hablar con el pediatra y haber implementado previamente hábitos saludables para dormir que no incluyan medicamentos”.
La melatonina puede ser una forma de ayudar a corto plazo a algunos niños a descansar mientas usted intenta implementar buenas rutinas para la hora de dormir. También podría ayudar a algunos niños mayores y adolescentes a restablecer sus horarios de sueño, por ejemplo, después de las vacaciones escolares, las vacaciones de verano u otras modificaciones de los horarios.
Después de todo, los adolescentes necesitan dormir más, no menos. Dormir lo suficiente cada noche puede ser difícil para los adolescentes cuyos ciclos de sueño naturales hacen que les cueste dormirse antes de las 11 p. m. y que deben enfrentarse a horarios de clase que comienzan a las 7:30 a. m. o antes al día siguiente; es en estos casos en los que la melatonina puede ayudar.
La melatonina también puede ayudar a niños con trastornos del neurodesarrollo, como autismo o trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Su uso en estas circunstancias debe estar cuidadosamente controlado por el pediatra del niño.
Si va a usar melatonina, la AAP insta a los padres y a los pediatras a tomar esas decisiones juntos, con precaución y cuidado
La melatonina se ofrece en varias presentaciones: líquida, en gomitas, masticable, en cápsulas y en comprimidos; todas esas tienen dosis variadas. Y como no hay pautas específicas sobre la dosificación de melatonina en niños, puede resultar confuso.
La dosis de melatonina y la hora de administración dependen de por qué y cómo planea usarla
Empiece con la dosis más baja. Muchos niños responden a una dosis baja (0,5 mg o 1 mg) cuando la toman entre 30 y 90 minutos antes de acostarse. La mayoría de los niños que se benefician de la melatonina, incluso los que tienen TDAH, no necesitan más de 3 a 6 mg de melatonina.
Hable siempre con su pediatra sobre la dosis y la hora adecuada para administrar la melatonina. Y recuerde que la melatonina no debe ser el sustituto de una buena rutina a la hora de dormir.
Necesitamos más investigación sobre el uso y la seguridad de la melatonina en los niños
Si bien hay estudios que demostraron que su uso a corto plazo es relativamente seguro, se sabe menos sobre el uso a largo plazo de la melatonina. Por ejemplo, existe la inquietud sobre cómo podría afectar el crecimiento y el desarrollo del niño, en particular durante la pubertad.
Los estudios han descubierto, además, que la somnolencia diurna, el aletargamiento y un posible aumento de la micción en la noche (necesidad de orinar) son los efectos secundarios más comunes que ocurren al tomar melatonina. Además, la melatonina podría interactuar con otros medicamentos que tome el niño.
Fuente: Healthy Children