Hoy en día, muchas familias se benefician de la presencia de abuelos, padres y niños en el hogar. Sin embargo, las diferencias generacionales se pueden convertir en problemas que afectan a la convivencia familiar. Y aún más cuando las discusiones se presentan de forma reiterada.
Estos estados de tensión afectan a todos los miembros de la familia, no solo a los adultos. Por eso, en este artículo damos algunas pautas para que aprendas a manejar el estrés si tu familia es intergeneracional.
Tips para mejorar la convivencia:
En primer lugar, todos deben entender que cada generación prioriza ciertas actitudes y valores, todo de acuerdo a sus experiencias.
De la misma manera, se debe tener en cuenta que no todos los abuelos están ‘diseñados’ para el siglo XXI. Algunos se adaptan más fácil a los veloces cambios de nuestra época mientras que otros no logran hacerlo del todo. En este caso, es mejor ser pacientes y ayudarlos, sin reprochar o alegar, en lo que necesiten.
En segundo lugar, los adultos deben comprender que los bebés y niños necesitan energía. A veces los padres se enojan con los abuelos porque no hacen las cosas con la misma agilidad y creen que no son capaces de contribuir en las actividades del día. Todo eso es parte del proceso natural de envejecimiento.
Sin embargo, esto no quiere decir que los abuelos no quieran o puedan cuidar y pasar tiempo con los más pequeños de la casa.
En último lugar, cuando los niños notan la presencia activa de sus abuelos en la vida diaria, harán lo posible para enseñarles nuevos juegos, escucharlos y hacerlos sentir un miembro muy especial dentro del hogar. A largo plazo, los niños que comparten sus días entre padres y abuelos desarrollan mucho mejor las habilidades sociales, siempre y cuando sea un entorno positivo.
Los psicólogos recomiendan a las familias intergeneracionales, diseñar actividades que les permitan pasar tiempo juntos, intercambiar historias y conocimientos, darse apoyo emocional en cualquier situación para fortalecer los lazos que los unen.
