El Omega 3 es una de las sustancias más importantes para nuestro organismo. Como el cuerpo humano no produce este nutriente, la única forma de recibirlo es a través de la alimentación. Aunque está presente en diferentes alimentos como el pescado, varios frutos secos y aceites naturales, también es común encontrarlo en forma de pastillas o en suplementos vitamínicos.
Desde los años 70 cuando descubrieron sus propiedades, los profesionales de la salud recomiendan incrementar su consumo, sobre todo en mujeres embarazadas y madres lactantes, ya que hace parte de membranas celulares. Por eso, en esta etapa los médicos aconsejan consumir 2 gramos al día de este ácido graso en los 6 primeros meses y poco a poco, aumentar la cantidad hasta llegar a los 5 gramos durante la lactancia.
Numerosos estudios indican que consumir Omega 3 en el embarazo, aporta numerosos beneficios no solo para la madre, sino para el bebé que está en camino. El más importante de todos ellos es la formación cerebral del bebé, ya que el Omega 3 contribuye a la formación de células y tejidos. Pero, en este artículo presentamos otros de sus beneficios.
Más propiedades del Omega 3
1. En las primeras etapas de vida, el omega 3 potencia la agudeza visual, la memoria y el aprendizaje. El cerebro se mantiene alerta a los estímulos y está preparado para desarrollar nuevos procesos.
2. Este ácido graso ayuda a mejorar la circulación y disminuye los procesos inflamatorios en la madre y en el bebé. Además, minimiza los riesgos provocados por una mala coagulación.
3. Un estudio de la Universidad de Waterloo en Canadá demostró que los hijos de madres que consumieron Omega 3 en el embarazo, redujeron sus probabilidades de desarollar asma y otras enfermedades respiratorias. En la madre, la facilitaba la producción de leche en la lactancia.
4. El Omega 3 se considera un nutriente esencial para prevenir el desequilibrio anímico. En el embarazo, ingerir esta sustancia previene la depresión posparto y alteraciones emocionales.
