El tema de la alimentación de los hijos para los padres siempre va a ser una preocupación, sobre todo cuando no quieren comer o tardan demasiado en hacerlo.
Hay que tener en cuenta que los niños pasan por etapas, por picos de crecimiento, por épocas en las que tienen más o menos hambre en función de si es verano o invierno, de si hace calor o frío, de si están malitos o haciendo mucho deporte.
En ocasiones parece que engullen la comida y, en otros momentos parecen eternas porque tardan demasiado en comerse lo que hay en el plato. Entonces, ¿Cuál sería el tiempo adecuado?
Un niño necesita unos 40 minutos para comer
Aproximadamente, los adultos tardan aproximadamente 20 minutos en comer. Sin duda, lo mismo que nosotros no. Nunca se debe pretender que un niño coma en el mismo tiempo que un adulto, es lógico que vaya más lento.
Aproximadamente, un niño de 4 años necesita 40 minutos para comer un primer plato, un segundo y un postre. Cuando se pasa el tiempo y vemos que está remoloneando alrededor de la comida, que no quiere comer, los expertos aseguran que lo mejor es retirarle el plato.
Estrategias para comer con niños
Esta técnica sólo funciona con los lentos para comer, pero que no tienen ningún otro problema asociado.
En estos casos, lo mejor es reforzarle con una actividad que no le apetezca perdérsela. Es conveniente que el niño sepa que debe terminar en 40 minutos su comida, y si lo hace bien podrá ir a ver los dibujos animados o a jugar con sus hermanos.
Los expertos recomiendan que sea proporcional a la edad del niño y al tiempo que emplea en comer y, es mejor empezar con cantidades y objetivos coherentes que puedan alcanzarse de forma realista.
Cada madre sabe perfectamente lo que sus hijos comen y lo que no. Es mejor poner una cantidad adecuada y razonable, antes que entrar en el juego de perdonar trozos para que los niños entiendan que hay que comer lo que está en el plato, siempre que la cantidad sea razonable para ellos.
Sin embargo, cuando está malito es diferente. Si no quiere comer, déjale, ya comerá más adelante cuando se ponga bueno.