Publicado en The New York Times
Los investigadores dijeron que el caso sugiere que COVID-19 puede transmitirse en el útero. Tanto la madre como el bebé se han recuperado.
Los investigadores informaron el martes de una fuerte evidencia de que el coronavirus puede transmitirse de una mujer embarazada a un feto .
Un bebé nacido en un hospital de París en marzo de una madre con COVID-19 dio positivo por el virus y desarrolló síntomas de inflamación en su cerebro, dijo el Dr. Daniele De Luca, quien dirigió el equipo de investigación y es jefe de la división de pediatría. y cuidados críticos neonatales en los hospitales universitarios Paris-Saclay. El bebé, que ahora tiene más de 3 meses, se recuperó sin tratamiento y está “mucho mejor, casi clínicamente normal”, dijo el Dr. De Luca, y agregó que la madre, que necesitaba oxígeno durante el parto, está sana.
El Dr. De Luca dijo que el virus parecía haberse transmitido a través de la placenta de la madre de 23 años.
Desde que comenzó la pandemia, ha habido casos aislados de recién nacidos que dieron positivo para el coronavirus, pero no ha habido evidencia suficiente para descartar la posibilidad de que la madre infecte a los bebés después del nacimiento, dijeron los expertos. Un caso publicado recientemente en Texas , de un recién nacido que dio positivo por Covid-19 y tenía síntomas respiratorios leves, proporcionó evidencia más convincente de que puede ocurrir la transmisión del virus durante el embarazo.
En el caso de París, dijo el Dr. De Luca, el equipo pudo analizar la placenta, el líquido amniótico, la sangre del cordón umbilical y la sangre de la madre y el bebé.
Las pruebas indicaron que “el virus llega a la placenta y se replica allí”, dijo el Dr. De Luca. Luego se puede transmitir a un feto, que “puede infectarse y tener síntomas similares a los de los pacientes adultos de Covid-19”.
Un estudio del caso fue publicado el martes en la revista Nature Communications.
El Dr. Yoel Sadovsky, director ejecutivo del Instituto de Investigación Magee-Womens de la Universidad de Pittsburgh, que no participó en el estudio, dijo que pensaba que el reclamo de transmisión placentaria era “bastante convincente”. Dijo que los niveles relativamente altos del coronavirus encontrados en la placenta y los niveles crecientes de virus en el bebé y la evidencia de inflamación placentaria, junto con los síntomas del bebé, “son todos consistentes con la infección por SARS-CoV-2”.
Aún así, dijo el Dr. Sadovsky, es importante tener en cuenta que los casos de posible transmisión de coronavirus en el útero parecen ser extremadamente raros. Con otros virus, como el zika y la rubéola, la infección y la transmisión placentaria son mucho más comunes, dijo. Con el coronavirus, dijo, “estamos tratando de entender lo contrario: ¿qué subyace en la protección relativa del feto y la placenta?”
Otro estudio publicado el martes en eLife, una revista de investigación en línea, puede ayudar a responder esa pregunta. Encontró que, si bien las células en la placenta tenían muchas de las proteínas receptoras que permiten que los virus se propaguen, había evidencia de solo cantidades “insignificantes” de un receptor clave de la superficie celular y una enzima que se sabe que están involucradas en permitir que el coronavirus entre células y replicar. El estudio fue dirigido por el Dr. Robert Romero, jefe de la rama de investigación de perinatología del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver .
El informe de los médicos en París dijo que la mujer tenía 35 semanas de embarazo cuando llegó al hospital con fiebre y tos que desarrolló un par de días antes en lo que era un embarazo saludable. Ella dio positivo por el coronavirus. Después de tres días, la monitorización del corazón fetal indicó signos de angustia, y el bebé fue dado a luz por cesárea de emergencia.
El bebé fue colocado en la unidad de cuidados intensivos neonatales y conectado a un ventilador durante aproximadamente seis horas, informaron los autores. Parecía estar bien, pero en su tercer día se puso irritable, tuvo problemas para alimentarse y experimentó espasmos musculares y rigidez.
Un escáner cerebral mostró alguna lesión en la sustancia blanca, que según el Dr. De Luca se parecía a los síntomas de meningitis o inflamación en el cerebro. Dio negativo para otros virus o infecciones bacterianas que podrían haber causado tales síntomas, mientras que las pruebas de su sangre y líquido de sus pulmones dieron positivo para la infección por coronavirus, dijeron los autores. El bebé se recuperó gradualmente y dejó el hospital después de 18 días.
Los autores dijeron que los niveles más altos del coronavirus se encontraron en la placenta, más altos que los del líquido amniótico y en la sangre de la madre y el bebé, lo que, según el Dr. De Luca, sugirió que el virus podría replicarse en la placenta. células.
El Dr. De Luca, quien también es presidente electo de la Sociedad Europea de Cuidados Intensivos Pediátricos y Neonatales, dijo que su equipo estaba analizando otros casos sospechosos de transmisión placentaria del coronavirus.
“Esto será útil para los médicos y los encargados de formular políticas a fin de controlar a las mujeres embarazadas, controlar a los recién nacidos y reducir el riesgo de transmisión viral de madres a recién nacidos”, dijo, y agregó: “La buena noticia es que el bebé se recuperó espontáneamente y gradualmente a pesar de todo esto, y esto confirma que la enfermedad es más leve en la primera infancia “.
