Por: Diana Castañeda
En una época como esta, en la que la COVID-19 se ha tomado al mundo y los desastres naturales no dan tregua, los nutricionistas hacen un llamado a asegurar una alimentación balanceada, teniendo en cuenta que la nutrición es uno de los pilares de la salud y el desarrollo.
En estos tiempos de crisis no debemos olvidar la importancia que tiene el abastecimiento de alimentos, siendo uno de ellos la leche, que aporta nutrientes esenciales para el fortalecimiento de los huesos como las proteínas y el calcio.
Para el doctor Orlando Brinn, especialista en pediatría y editor de la Revista Pediatría y Familia, la leche en polvo es un alimento que, además de práctico durante las emergencias naturales, es más asequible, independientemente del nivel económico de las familias, duradero y de fácil almacenamiento.
“Es bien importante en los tiempos de crisis como los huracanes, en los que se presentan fallas (eléctricas) y la leche en polvo tiene una gran versatilidad y una vida útil más larga. Por ejemplo, esta leche dura mucho más que la líquida, que dura alrededor de 18 días en el refrigerador, mientras que la leche en polvo puede durar hasta 18 meses; además, el sistema de almacenamiento es más práctico pues resiste cambios de condiciones climáticos”, aseguró el especialista.
Durante los últimos años la leche en polvo ha cobrado popularidad debido a su carácter no perecedero, una característica beneficiosa, especialmente en viajes y épocas de desastres naturales. No obstante, las dinámicas de salud que se han impuesto a lo largo del tiempo sitúan este alimento como uno de los más importantes en la dieta para gran parte de la población.
Aporte nutricional de la leche en polvo
La leche en polvo cuenta con vitaminas A, B9, D, C y E; minerales como calcio, fósforo, potasio, sodio, entre otros carbohidratos encontrados en el azúcar de la lactosa, los cuales pueden variar dependiendo del tipo de leche.
Por otra parte, este alimento tiene un valor energético y una cantidad elevada de proteínas por efecto de concentración al disolverse con agua, razón por la que es muy consumida por los deportistas después de los entrenamientos y competencias.
Según una publicación del Medical Service Group la leche en polvo se produce extrayendo agua y grasa de la leche fresca pasteurizada. De acuerdo con la hoja informativa sobre productos alimenticios ofrecida por U.S. Aid, durante el proceso de extracción de agua, los nutrientes beneficiosos, como los aminoácidos, se mantienen. Asimismo, tras el proceso de deshidratación, la leche disminuye su peso en un 80% y, a su vez, el bajo contenido de agua inhibe el crecimiento y desarrollo de microorganismos.
“Estos tiempos de pandemia, que todavía va a durar un buen tiempo, y especialmente la población puertorriqueña, que estamos en temporada de huracanes, sabemos que hay momentos en los que posiblemente no tendremos electricidad, no tendremos acceso a un refrigerador por lo que mantener leche en polvo es una gran alternativa”, concluyó el Dr. Brinn durante entrevista con Pediatría y Familia.
*Siempre consulte con su pediatra.