La celiaquía es una de las enfermedades intestinales crónicas más comunes. Se caracteriza por la inflamación de la mucosa del intestino delgado provocada por una intolerancia al gluten.
La enfermedad celiaca es una dolencia digestiva, que daña el intestino delgado, debido a la sensibilidad, es decir, a la intolerancia permanente al gluten, una proteína que se encuentra presente en la harina de cinco cereales: trigo, centeno, cebada, malta y avena.
El gluten es una masa viscoelástica, insoluble en agua, que forma parte de las proteínas de reserva de los cereales.
La ingestión de alimentos con gluten produce una lesión progresiva en las vellosidades del intestino encargadas de absorber los nutrientes (proteínas, hidratos de carbono, grasas, sales minerales y vitaminas) de los alimentos y pasarlos a la sangre para que se distribuyan por el organismo.
Con estas vellosidades dañadas, existe una consecuente mala absorción de los nutrientes, por tanto, el enfermo celíaco puede sufrir de malnutrición y padecer otras enfermedades.
Prevención y grupos de riesgo de la enfermedad celíaca
Actualmente, no es posible prevenir esta enfermedad. En cambio, si que están bien establecidos los grupos de riesgo para la enfermedad celíaca como son los familiares de primer grado, los pacientes con diabetes tipo 1 o los afectados con síndrome de Down.
La enfermedad afecta notablemente a personas de raza blanca. Es más frecuente en las mujeres que en los hombres, y es hereditaria.
Síntomas
Los síntomas son variados. Sin embargo, no tienen por qué aparecer todos a la vez y es posible que el niño sólo se vea afectado por algunos.
- Diarrea crónica o estreñimiento
- Pérdida de peso, a pesar tener buen apetito
- Gases y cólicos intestinales
- Heces malolientes y pálidas
- Retraso en el crecimiento
- Fatiga, debilidad y falta de energía
- Anemia
- Repetidos dolores abdominales
- Hinchazón abdominal
- Calambres musculares
- Dolores en los huesos y articulaciones
- Sensación de hormigueo y adormecimiento de las piernas
- Erupción dolorosa en la piel
- Osteoporosis
- Infertilidad
- Defectos en el esmalte dental
No obstante, es importante resaltar que estos síntomas pueden estar causados por otros tipos de enfermedades. Por tanto, si ve estos síntomas en su hijo no dude en llevarlo al pediatra.