El pujo en los bebés se presenta por la inmadurez de los músculos del piso pélvico y suele ser transitorio, desapareciendo después de los tres o cuatro primeros meses de edad.
Aunque es una de las causas de mayor consulta con el pediatra debido a la preocupación que genera en los padres, , el pujo no suele estar acompañado de episodios de dolor, solamente genera un poco de molestia en el bebé.
Signos de alarma
Como te lo decíamos, estas manifestaciones son normales y van a desaparecer con el paso de los días, sin embargo, es importante que prestes atención a otros síntomas que podrían aparecer y que si podrían requerir una atención médica de urgencia.
Cuando el pujo está acompañado de otros síntomas puede pasar a ser algo patológico y sugerir una enfermedad, algunos de los signos de alarma pueden ser:
- Diarrea o deposiciones líquidas y explosivas de entre 5 a 6 veces al día generando irritación en la zona del pañal
- Lesiones o irritación en el cuerpo.
- El bebé que no crece en las curvas normales como otros niños de su misma edad.
- Irritabilidad constante que no cesa.
- Cólicos y llanto.
- Dificultad para hacer deposiciones.
- Heces con moco o sangre.
Si después de los tres o cuatro primeros meses de vida de tu pequeño, el pujo continua presente, consulta con tu pediatra para descartar alguna otra condición como una alergia a la proteína de la leche u otra patología que lo pueda estar afectando su salud.
Para el pujo no es necesario acudir a productos medicinales ya que en la mayoría de los casos la sensación de incomodidad desaparecerá por si sola tras alcanzar la maduración