Faustus Beeger es un bebé alemán que vive solo con la mitad de su corazón. Esta maravilla de la medicina moderna fue posible gracias a una extraordinaria intervención quirúrgica, a cargo del Centro de Cardiología de Múnich.
Desde antes de nacer, los controles prenatales mostraron que el bebé llegaría al mundo con dificultades cardíacas. Sin embargo, los médicos solo se dieron cuenta que Faustus sobrevivía con medio corazón en el instante de su nacimiento.
Los especialistas que atendieron al niño, que ya tiene nueve meses de vida, descubrieron que al menor únicamente le funcionaba una aurícula y un ventrículo de su corazón. Este defecto congénito nunca se había visto anteriormente.
Aunque el corazón del niño podía suministrar el oxígeno a su pequeño cuerpo, la situación se complicaría durante las semanas posteriores al nacimiento, cuando el proceso de crecimiento fuera más evidente. Sin embargo, debido a su corta edad y a su afección, no aguantaría una cirugía de corazón abierto.
La intervención milagrosa
Para salvar la vida de Faustus, los médicos decidieron intentar una técnica quirúrgica que no había sido probada en seres humanos. Los doctores necesitaron tres horas, equipos de ultrasonido y rayos X para insertar un catéter en la aurícula -usando la vena de la ingle- y otro en la vena pulmonar, gracias a la vena yugular. De esta manera, el flujo sanguíneo rico en oxígeno y nutrientes llega directamente al corazón.
Los padres del niño han confirmado que el pequeño se encuentra muy bien de salud. La única novedad es que deberá permanecer en estrictos controles médicos y cardiológicos. Por su parte, los responsables de la intervención creen que Faustus podrá llevar una vida normal, sin ninguna diferencia con otros niños.
Las cardiopatías congénitas son defectos cardíacos que surgen en el vientre materno. Se estima que un 80% de bebés afectados con esta patología pueden llevar una vida normal, sin necesitar ningún tipo de tratamiento especial.
