Es normal que a los niños de 2 a 5 años no les guste compartir. No es egoísmo, sino una fase de su desarrollo. Sin embargo, la labor de los padres debe ser enseñarles a compartir y ayudarles a comprender que prestar no es lo mismo que perder, que algunas cosas son suyas y otras no.
A continuación algunas recomendaciones sobre cómo enseñar a los niños a compartir:
Haz que compartir sea divertido
Enséñale juegos de equipo en los que varios jugadores trabajen juntos para alcanzar una meta común. Haz rompecabezas con él, tomando turnos para añadir piezas, por ejemplo. Comparte proyectos: planta hierbas aromáticas en macetas, pinta una puerta o lava el auto con él. Y por último, dale cosas para compartir con sus amigos de vez en cuando, como una merienda especial o calcomanías (pegatinas).
No castigues su resistencia a compartir
Si le dices a tu hijo que es egoísta o lo regañas cuando no comparte, harás que tenga resentimiento, no generosidad. Para fomentar la generosidad, utiliza el refuerzo positivo en lugar de un castigo y ten en cuenta que está bien que tu hijo no comparta determinadas cosas.
A medida que crezca, irá aprendiendo que compartir con sus amigos, los cuales serán cada vez más importantes para él, es más divertido que guardárselo todo para sí mismo.
No lo obligues a compartir
No se puede obligar a un niño a compartir. El niño tiene que estar preparado. Y para eso debe ser estimulado por sus padres, familias y educadores. La mejor forma de educar a los niños a compartir es con el ejemplo. Deja que tu hijo te vea compartir regularmente.
Habla con él
Cuando los niños peleen por un juguete, ayúdalos a descubrir qué pasa en realidad. Si un amigo no le presta algo, explícale a tu hijo cómo se puede sentir su amiguito.
Cuando no se muestre generoso, pregúntale qué le pasa. Quizá descubras que en su escuela no hay muchos trenes para compartir, o que tiene un apego especial a su oso de peluche porque se lo regaló el abuelo.
Enséñale a resolver problemas
Si tu hijo no suelta el juguete que su amiguito quiere, lo más seguro es que esté pensando “O él o yo”. Seguramente, el concepto de compartir el juguete ni tan siquiera se le haya ocurrido. Anímalo a que tome turnos con el juguete (prueba a usar un reloj con alarma para marcar el turno de cada niño).
Explícale que compartir no es lo mismo que regalar y dile que si comparte sus juguetes con sus amigos, será más probable que ellos compartan los suyos con él.
Prepáralo de antemano
Antes de que sea hora de jugar, pregunta a tu hijo si hay algo que prefiere no compartir, y guarda esos juguetes especiales. Luego pregúntale con qué cosas le gustaría jugar con sus invitados, como arcilla para modelar, material para dibujar, bloques de construcción y juegos deportivos.
Eso le ayudará a prepararse mentalmente para el momento de compartir cuando llegue su invitado. Pide que su amiguito traiga un juguete o dos también, ya que tu hijo puede ser más generoso si no es el único que tiene que compartir sus cosas.
Respeta las cosas de tu hijo
Si tu hijo siente que su ropa, sus libros y sus juguetes no son bien tratados, es poco probable que los preste, ni tan siquiera por un rato. Pídele permiso antes de tomar prestados sus lápices de colores y dale la opción de decir no.
Asegúrate de que sus hermanos, amigos e incluso la niñera también respetan sus cosas, preguntando si las pueden usar y cuidando de ellas cuando las tomen prestadas.
Predica con el ejemplo
La mejor manera de que tu hijo aprenda a ser generoso es que sea testigo de la generosidad. Comparte tu helado con él. Ofrécele tu bufanda para que juegue con ella como si fuera la capa de un superhéroe y pregúntale si puedes probarte su gorra nueva.
Usa la palabra compartir para describir lo que estás haciendo y no olvides enseñarle que las cosas intangibles (como sentimientos, ideas e historias) también se pueden compartir. Y lo más importante: déjale que te vea a ti dar y tomar, llegar a acuerdos y compartir con los demás.