¿Ser mamá a los 40? No todo es tan malo como lo parece. Con el tiempo, postergar la maternidad se ha convertido en una tendencia entre las mujeres, debido a que esperan alcanzar una estabilidad económica y emocional antes de vivir esta etapa inolvidable para toda mujer.
“A pesar de que con los años los óvulos de la mujer ya son demasiado maduros, técnicas como la fertilización in vitro han permitido que ya no sea imposible tener un hijo a los 40 e incluso a los 48 años“.
Además es claro que el momento ideal depende de cómo se sienta la mujer y qué tanto cuide su cuerpo y su salud. “Aunque los expertos afirman que la edad idónea es entre los 18 y 35 años“.
La madurez, una mayor ventaja de ser mamá a los 40
Con el tiempo, la madurez se convierte en su mejor ventaja. Una mujer a los 40 es más cuidadosa y segura.
“Incluso, afirman que los hijos de madres mayores tienen una mejor salud física y emocional, gracias al gran cuidado que tienen estas mujeres durante su embarazo“.
En cuanto a las ventajas de ser madre a los 40 se pueden mencionar:
- La madre es madura y tiene mayor sentido de responsabilidad.
- La pareja y la situación económica es estable.
- Tiene el tiempo necesario para compartir con los niños.
Sin embargo, debido a la madurez del cuerpo de la madre también se pueden presentar complicaciones como:
- Partos prematuros
- Malformaciones
- Anomalías cromosómicas en el niño (como el Síndrome de Down).
- Hipertensión y diabetes estacional en la madre.
Como puedes ver tiene ventajas y desventajas. Sin embargo, lo más importante es que si quieres tener un embarazo o si estás pasando por la etapa de gestación a los 40 años, el seguimiento del embarazo debe realizarse de manera estricta.
Además, la ciencia y sus avances ahora permiten detectar anomalías o malformaciones fetales desde tempranas etapas del embarazo. Así que no te rindas ¡ser madre a los 40 es posible!
Redacción Pediatría y Familia