El sangrado nasal es una de las afecciones más comunes en los niños durante sus primeros años de vida. Regularmente, aunque es alarmante para los padres, esta es una situación bastante normal en esta etapa de la vida y puede ser producto de diferentes factores.
Las causas más comunes de estas hemorragias nasales son los golpes en esta zona del cuerpo, los ambientes demasiado secos aumentan las probabilidades de sangrado, al igual que las alergias. Otros factores incluyen la toma de medicamentos que afecten la coagulación del niño y las enfermedades crónicas que pueden hacer necesario el uso de oxígeno, los hace más propenso de sangrar por la nariz.
Aunque como hemos mencionado esta situación no debe alterara a los padres y/o cuidadores, sí se debe tener especial cuidado con el sangrado ocasionado por anomalías en la nariz. Si hay una estructura con una forma diferente o si se evidencia e crecimiento anormal de algún tejido dentro de la cavidad nasal es imprescindible consultar con el especialista con el fin de realizar las correcciones pertinentes.
¿Cómo actuar?
Lo más importante cuando se presentan este tipo de situaciones es no perder la calma, de lo contrario, el niño también entrará en pánico y se perderá el control de la situación. Adicional, la Asociación Americana de Pediatría, hace las siguientes recomendaciones:
- Sienta al niño e inclina su cabeza levemente hacia adelante.
- Al estar en esta posición se le debe solicitar al niño que se suene con suavidad y en caso de que aún no tenga edad suficiente el padre puede ayudarlo.
- Presionar la mitad inferior de la nariz del pequeño con el dedo pulgar y el índice, durante diez minutos aproximadamente.
- No se deben introducir gasa y ningún tipo de material en la nariz, para detener el sangrado.
Recuerda seguir estas instrucciones y en caso de que el sangrado no se detenga será necesario asistir al centro de salud más cercano.
