Redacción Pediatría y Familia
La enfermedad celíaca es una condición que afecta el intestino delgado como consecuencia de la intolerancia al gluten por parte del organismo. Según estudios esta enfermedad es 5 veces más prevalente en comparación con personas adultas.
Asimismo, se ha identificado que los grupos de población más propensos a desarrollar esta enfermedad son:
- Pacientes con diabetes tipo I.
- Personas con síndrome de Down.
- Personas de raza blanca.
- Es hereditaria.
- Más frecuente en mujeres que en los hombres.
La celiaquía, a pesar de ser una de las enfermedades intestinales crónicas más comunes, no tiene cura hasta el momento y su tratamiento se enfoca en la eliminación de gluten en la dieta.
Se recurre al diagnóstico de esta enfermedad cuando se hay una sospecha clínica o cuando se presentan anticuerpos específicos en la sangre, el examen de diagnosis se realiza a través de una biopsia intestinal.
El gluten está presente en cereales como el trigo, centeno, malta, cebada y avena. La ingesta de este tipo de alimentos, que contienen altos niveles de gluten, produce una lesión progresiva en las vellosidades del intestino encargadas de absorber los nutrientes de los alimentos, para así pasarlos a la sangre con el fin de que se distribuyan por el organismo.
Al afectarse el funcionamiento de estas vellosidades se producen problemas de nutrición y otras enfermedades, como consecuencia de la mala absorción de los alimentos.
Cuando los niños se ven afectados por esta enfermedad es importante no permitir que sus platos se vuelvan aburridos o que el gluten limite su vida social. En definitiva una persona con celiaquía come lo mismo que cualquier otra persona solo que sin gluten. Busca alimentos aptos para celiacos y úsalos como sustitutos del gluten.