Pediatras estadounidenses y españoles han pedido que las instalaciones deportivas cuenten con desfibriladores externos automáticos y que se realicen electrocardiogramas a los niños antes de la práctica de deporte.
Los médicos aseguran que de ese modo se podrían identificar problemas cardio respiratorios en los menores y ayudaría a prevenir casos de muerte súbita, como la del joven de 13 años que murió por ese motivo este 3 de febrero en un partido de fútbol.
Los pediatras señalan que con la realización de una correcta evaluación pre-deportiva se podría identificar a un número mayor de niños y adolescentes en riesgo y evitar situaciones de paradas cardíacas.
“Aun así, en algunos casos resultará indetectable e imprevisible“, advierten.
La muerte súbita se produce como resultado de una parada cardíaca relacionada sobre todo con la fibrilación ventricular, un trastorno por el que el ritmo del corazón se acelera.
Este ritmo cardíaco caótico representa entre el 75 y el 80% de las muertes súbitas de origen cardíaco y requiere de atención inmediata, ya que por cada minuto que se retrasa su tratamiento adecuado.
La SVP reclama la difusión de los conocimientos de las maniobras de reanimación cardiopulmonar a la población general.
“Son fáciles de realizar y toda la población debería conocerlas para actuar en caso urgencia“, ha aseverado la especialista.