Quedar embarazada y ser madre es el sueño de muchas mujeres. El deseo se alimenta durante toda la vida hasta que la mujer considera que es el momento más oportuno, en el que está dispuesta a entregar su energía y su esfuerzo para compartirlos con su pequeño. A pesar de toda la ilusión, concebir un bebé no siempre es el resultado de la intención. En varias mujeres, este es un proceso complicado que requiere de ayuda profesional para superarlo.
Como la buena salud es el primer paso para concebir, es importante conocer algunas patologías que influyen negativamente en este proceso. La mayoría de ellas son enfermedades típicas que afectan al sistema reproductivo. Por eso, atender a los síntomas y recibir un tratamiento adecuado no solo supera la afección sino que aumenta las probabilidades de ser madre.
Enfermedades que más influyen en tu fertilidad
Endometriosis:
Esta es una de las afecciones más típicas en mujeres. La endometriosis es el nombre del crecimiento anómalo del endometrio -el tejido que recubre al útero y que cambia en cada ciclo menstrual- fuera de la cavidad uterina. De hecho, un 40% de mujeres con esta enfermedad son infértiles a causa de este padecimiento.
Todavía se desconoce el origen de los problemas de fertilidad en las afectadas con endometriosis, pero se cree que tiene que ver con la reproducción celular de este tejido lo que modifica las etapas del proceso de fecundación.
Fibromas uterinos:
Los fibromas son tumores no cancerígenos que se desarrollan en el útero. Pueden aparecer en cualquier área del útero y variar de tamaño. También se debe tener en cuenta que son una patología asintomática en la mayoría de casos, así que se puede tener fibromas y no detectarlo.
Aunque los fibromas se pueden remover mediante cirugía, su ubicación y clasificación son los que inciden en la fertilidad y las posibilidades de concepción. Los especialistas no asocian ningún factor concreto a la aparición de estos tumores, aunque al parecer están ligados a elevados niveles de hormonas o la herencia.
Síndrome de ovario poliquístico (PCOS):
Este es el segundo trastorno que causa infertilidad en mujeres. El síndrome se produce por un exceso de andrógenos, es decir, hormonas masculinas. Los niveles de andrógenos causan una acumulación de líquido en los folículos (el lugar en el que se guardan los ovarios). En consecuencia, se presentan problemas con la ovulación, ya que no se puede liberar el óvulo para ser fecundado.
Si el PCOS no se trata a tiempo, la mujer corre el riesgo de padecer obesidad o afecciones cardíacas que generen otras complicaciones.
Falla ovárica prematura:
Esta anomalía se conoce en medicina como menopausia precoz. Recibe este nombre porque las hormonas femeninas dejan de producirse. El síntoma característico de la falla ovárica es la ausencia de menstruación y ovulación. Aunque la infertilidad en mujeres con falla ovárica es permanente, pueden lograr el embarazo a través de fecundación in vitro o donación de ovocitos.
Si padeces de alguna de estas condiciones, no pierdas la esperanza. Busca en tu ginecólogo al mejor aliado para que encuentres el tratamiento que se adapte a tus necesidades y te permita disfrutar en un futuro de tu bebé y la alegría de ser madre.