Cirugías como el aumento de seno no son obstáculo para alimentar al bebé, pero sí tienen un efecto negativo en la capacidad de producción de leche materna. De igual manera, esto depende de muchos factores, iniciando por la persona, el procedimiento que se realizó, la localización de las cicatrices, así como la longitud de estas.
La mayoría de estos mitos se generan porque hasta hace algunos años, las técnicas que se utilizaban en estos procedimientos podían tener cierto grado de afectación en el tejido glandular. Sin embargo, actualmente, las prótesis se insertan detrás del músculo del pecho; la cicatriz se esconde bajo la mama, de manera que el pezón no tiene alteraciones graves o de consideración que impidan la lactancia.
Otros procedimientos requieren que la prótesis se introduzca a través de la areola, detrás de la glándula mamaria, corriendo el riesgo de que quede alguna cicatriz en el interior; este caso tampoco supone la imposibilidad de amamantar, pero sí puede traer alguna dificultad o inconveniente.
¿Hay algún riesgo para el bebé?
Mucho se comenta sobre la toxicidad de las prótesis en la leche materna, y la verdad es que no tiene nada de cierto: de hecho, no existe ningún estudio que fundamente esta teoría. Si es tu caso, puedes estar tranquila de que se trata de una práctica segura y no tiene repercusión alguna en la salud del bebé.
¿El pecho se deformará durante el embarazo tras un procedimiento estético?
Algo muy importante que está de más recordar, es que el cuerpo de la mujer sufre diversos cambios físicos durante la gestación. La variabilidad en el peso de la mujer puede causar flacidez, estrías y cambios en la forma del pecho y se puede dar habiendo o no una cirugía previa. Al igual que otros aspectos, depende de muchas variables el que una mujer vea alteraciones considerables en su aspecto estético, o no.
Hay una condición denominada como la atrofia postlactancia, y justamente hace referencia a los cambios que sufren los senos de las madres después de la lactancia. Para algunos especialistas, la presencia de implantes en el pecho, pueden funcionar como pequeños moldes que aumentan las probabilidades de un resultado estético sin mayores alteraciones.
¿La lactancia es un retroceso del proceso estético?
No necesariamente. Pero para evitar cambios en la estética del seno, se recomienda el uso de productos dermatológicos que favorezcan el cuidado de la piel en esta etapa. También, se aconseja utilización permanente del sostén, para mantener un resultado estético óptimo después de la lactancia.
¿Qué pasa cuando en lugar de un aumento de pecho, se trata de una reducción de los senos?
En este tipo de intervención, las circunstancias cambian, puesto que se elimina por completo el tejido mamario, y se interrumpen los conductos por los cuales debe atravesar la leche materna. Generalmente, estos casos, la lactancia se ve imposibilitada.
Sin embargo, para mayor seguridad, no dudes en consultar con el profesional que está brindándote el acompañamiento durante el embarazo, ya que, nuevamente, cada caso es diferente.