El IMIM lidera un ensayo cuyo objetivo es evaluar la seguridad y eficacia de un preparado dietético que contiene epigalocatequina galato en la mejora del desarrollo cognitivo de niños de 6 a 12 años con síndrome de Down.
Rafael de la Torre, director del Programa de Investigación en Neurociencias del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), lidera un ensayo clínico en población pediátrica con el objetivo de evaluar la seguridad y eficacia de un preparado dietético que contiene epigalocatequina galato (EGCG) –un compuesto natural del té verde– en la mejora del desarrollo cognitivo de niños de 6 a 12 años con síndrome de Down y que valorará también su efecto en un grupo de niños con el síndrome X-Frágil.
Se trata de un estudio aleatorizado que incluyó 70 niños con síndrome de Down y también niños afectados de síndrome X-Frágil.
“Hemos incluido niños con síndrome de Down y con síndrome de X-Frágil porque, aunque el origen genético de ambos síndromes es diferente, el mecanismo por el que la epigalocatequina galato proporcionaría efectos terapéuticos sería común. De ahí que pensemos que los pacientes con el síndrome X-Frágil también se podrían beneficiar”,
añade de la Torre.
Resultados positivos en adultos con síndrome de Down
El IMIM y el CRG presentaron el año 2016 los resultados de la fase 2 de un ensayo clínico con EGCG realizado en adultos jóvenes, de entre 16 y 34 años, con síndrome de Down. Los participantes que habían recibido el tratamiento con EGCG y estimulación cognitiva habían mejorado su memoria de reconocimiento visual, la atención, así como el autocontrol y el comportamiento adaptativo o autonomía en actividades del día a día.
Estos cambios se podían correlacionar con cambios biológicos en su conectividad cerebral. Este estudio fue publicado en la revista Lancet Neurology.
“Fue la primera vez que un tratamiento demostraba eficacia en la mejora de algunas funciones cognitivas en personas con síndrome de Down, a pesar de que en la población adulta la plasticidad cerebral es limitada ya que el cerebro está totalmente desarrollado. Estos buenos resultados en adultos jóvenes y la seguridad del tratamiento, ha permitido el inicio de este innovador ensayo clínico en población pediátrica con el que, gracias a la mayor plasticidad del cerebro infantil, esperamos obtener aún mejores resultados y que los beneficios se mantengan durante mucho más tiempo”,
explica de la Torre .
Jano.es