Durante la niñez se viven experiencias que aportan al desarrollo motriz, la creatividad y la inteligencia del ser humano. En esta etapa, se llevan a cabo varios procesos de estimulación a través de diferentes materiales como la plastilina.
Esta masa flexible con la que la mayoría de los niños desarrollan figuras por medio de su imaginación, estimulando su motricidad y creatividad, promueve grandes beneficios, además de entretenerlos.
- Potencia la creatividad
Los niños utilizan la plastilina tanto en la educación preescolar como en primaria. Mediante el juego potencian su imaginación, desarrollan sus habilidades motrices, aprenden los colores y los mezclan, y son capaces de moldear formas como animales, personas, objetos, etc.
- Favorece la relajación
Elaborar figuras con plastilina apoya el desahogo de los niños cuando están demasiado inquietos, ya que para trabajar con este material deben estar sentados, concentrados y tranquilos. ¿Quién no se desestresa amasando un pedazo de plastilina?
- Estimula la motricidad fina
La motricidad fina requiere de una coordinación que no todos los niños alcanzan a la misma edad, y que requiere un desarrollo en los músculos de las manos y los dedos. Jugar con la plastilina es una manera divertida para que los niños aprendan a sincronizar movimientos finos y complejos, que posteriormente le facilitarán el proceso de aprender a escribir. De hecho, además de la plastilina, puedes facilitarle otras pequeñas herramientas para que perfeccione sus figuras y tenga que realizar movimientos más precisos.
- Facilita su proceso de lectoescritura haciendo figuras de plastilina
La estimulación de la lectoescritura permite que los niños realicen movimientos mucho más precisos mientras utilizan de forma simultánea sus ojos, manos o dedos. La plastilina les ayuda a desarrollar este aspecto ya que, pueden recortar piezas; mezclar colores; apilar las formas de plastilina que vayan realizando; etc.
- La plastilina es un estimulante psicomotriz
Se utiliza como apoyo en la educación infantil para el desarrollo afectivo, intelectual y motor de los niños. Los más pequeños tienen que desarrollar la habilidad psicomotriz para controlar su cuerpo y fuerza. Y a través de la plastilina controlarán la fuerza que ejercen sobre las figuras que crean.