Durante las temporadas de invierno los bebés suelen presentar enfermedades o complicaciones respiratorias como la bronquitis.
El virus respiratorio sincitial (VRS) suele ser otra de las afecciones más comunes en los pequeños, sin embargo, en la mayoría de los casos se confunde con una gripe normal, por lo que resulta fundamental prestarle especial atención, ya que se ha convertido en la mayor causa de infecciones del tracto respiratorio inferior en niños llegando a presentar casos de bronquiolitis o neumonía.
¿Cuándo buscar atención médica?
Una infección grave causada por VRS puede dar lugar a problemas respiratorios a largo plazo, incluyendo asma y disminución de la capacidad pulmonar. Por esto , es indispensable buscar ayuda de un profesional cuando se noten cambios en el estado de salud de los pequeños, tales como tos, dificultad para respirar, sopor o irritabilidad.
Para el VRS no existe un tratamiento efectivo una vez que se ha contraído una infección respiratoria de vías aéreas bajas y lo que resulta más efectivo hasta el momento es la inmunización pasiva o inmunoprofilaxis con Palivizumab (anticuerpo monoclonal humanizado) dirigido contra el VRS.
Es un virus que se contagia con facilidad, a través de secreciones nasales, toses, estornudos, por las manos, la ropa, juguetes, pañuelos y superficies no demasiado limpias, donde puede llegar a sobrevivir durante horas, por lo que su riesgo de transmisión es demasiado alto.
Pautas para evitar contagios
- Asea frecuentemente las zonas de juego del bebé.
- Evita exponerlos a entornos con multitudes de personas.
- La alimentación con lactancia materna el mayor tiempo posible aumenta las defensas de tu hijo.
- Evita el contacto del niño con adultos que presenten signos de gripa o resfriados.
- Inculca en tu pequeño desde temprana edad hábitos de higiene como el constante lavado de manos.
- Consulta con el pediatra si puedes brindar alguna vitamina que pueda fortalecer sus defensas.
- Asegúrate de brindar una adecuada alimentación en la que incluyas todos los grupos de alimentos y evita brindar demasiadas golosinas y paquetes.
- No lo expongas a temperaturas ambientales demasiado altas ni demasiado bajas y asegúrate de que siempre tenga un abrigo cuando estén fuera de casa.
- Si en la familia hay adultos con algún virus, es clave el uso de mascarillas.
- No permitas que las condiciones se graben, ante cualquier cambio extraño en la salud de tu pequeño, consulta inmediatamente, la clave siempre está en la prevención.