La ansiedad por separación es una etapa normal que experimentan los niños a medida que van desarrollándose y forjando los vínculos con las demás personas. Generalmente se presenta entre los 8 y los 14 meses de vida y va desapareciendo cerca de los 2 años de edad.
Con frecuencia, los síntomas de la ansiedad por separación pueden manifestarse como períodos de estrés, desesperación y llanto. Aquí te contamos cómo superar esta etapa.
Identifica las señales
Los especialistas realizan un diagnóstico definitivo cuando los síntoas son recurrentes y excesivos para la edad en la que se encuentra el niño. Entre los más comunes, se resaltan:
- La angustia por estar lejos del hogar con personas diferentes a los padres.
- Pesadillas
- Rechazo a asistir a la escuela por temor a la separación.
- Quejas frecuentes sobre dolencias físicas
- Preocupación constante sobre perder a uno de sus padres o a los dos.
- Retraso del sueño si alguno de sus padres no está cerca.
Dependiendo de los análisis que se le realicen al pequeño, se puede determinar si el trastorno es pasajero o si puede estar relacionado con trastornos más serios como ataques de pánico o trastorno de ansiedad profundo.
Generalmente, los niños que padecen este trastorno requieren de un tratamiento especial para poder superarlo en el menor tiempo posible. Puedes consultar con el pediatra cuáles son las mejores alternativas para tu hijo, en caso de que este sea su caso.
¿Cómo ayudar a mi hijo a atravesar esta etapa?
- Procura que las despedidas sean rápidas y rutinarias. Es importante que los niños tengan en cuenta que no podemos estar con ellos las 24 horas del día, los siete días de la semana, y que poco a poco tendrán que desapegarse para ir a la escuela. Puedes incluso restarle importancia a las despedidas realizando gestos con las manos, distrayéndolo al momento de salir con un juguete o anunciando tu salida desde la entrada. Procura hacer de las despedidas lo más breve posible.
- Establece rutinas. Puedes iniciar por realizar salidas diarias a la misma hora, aumentando la cantidad de tiempo que pasas por fuera progresivamente. Esto permitirá que el niño pueda acostumbrarse a la idea de pasar un tiempo específico sin mamá diariamente.
- Cumple las promesas que le hagas. De esta manera podrá confiar más en ti y en las salidas que puedas tener y a las que no pueda acompañarte.
- Practica la separación. La cultura latina involucra en alto porcentaje a los abuelos en la crianza de los niños, de manera que puede ser muy útil que pasen tiempo con ellos para desapegarlos un poco de los padres. Es una buena práctica si tienes pensado inscribir al niño en la guardería o el kidner, esto le permitirá acoplarse más rápido a espacios distintos a su casa.
¿Cuándo consultar con un profesional?
Puedes iniciar todo este proceso con el asesoramiento de un profesional que te brinde todo el acompañamiento e instrucciones para realizarlo de la manera correcta. De igual manera, si después de los dos años de edad el niño no muestra signos de mejoría, puedes llevarlo directamente con su médico.