Frecuentemente, se han registrado casos de bebés que han presentado un sangrado vaginal similar a la menstruación las horas o los días posteriores al nacimiento. A este fenómeno se le conoce como menstruación falsa o menarquia neonatal, que por alarmante que sea, no implica ninguna patología o riesgo para la salud de la bebé.
Lo cierto es que los expertos aseguran que este sangrado puede ser producto de la exposición que tuvo la niña en el vientre materno a la alta carga hormonal de la madre, que se transmiten al feto a través de la placenta y que también se encuentran en el torrente sanguíneo.
Adicional al sangrado vaginal, esta carga de hormonas también es responsable de otras particularidades neonatales como el abultamiento de los senos, aparición de gflujo vaginal o hinchazón parcial de los genitales. Sin embargo, si es necesario poder excluir otras entidades malignas como vulvovaginitis, traumatismos, cuerpos intravaginales extraños, alteraciones dermatológicos, prolapsos uretales, entre otros.
¿Cómo ocurre?
Puede presentarse de dos maneras: la primera, es mediante un sangrado escaso similar a la menstruación. La segunda, es mediante un flujo vaginal más bien transparente en inodoro. Sea cual sea, esta manifestación es completamente normal y debe desaparecer cerca de los 5 días de vida.
Ahora bien, si el sangrado es más bien abundante y se extiende por más días, lo ideal es consultar con el especialista para descartar patologías como las hemorragias del recién nacido.
¿Qué hacer ante el sangrado de la recién nacida?
Evita utilizar productos diferentes a los pañales, como compresas, tampones u otro tipo implementos de higiene para la menstruación. Sin embargo, sí es importante que mantengas todas las medidas de limpieza mucho más estricta. Para esto, puedes optar por pasar agua tibia en la zona vaginal y cambiar los pañales inmediatamente que la niña lo ensucie o lo manche.
Consulta con el pediatra cualquier duda que pueda surgir a lo largo del proceso.
