Esta primera visita al pediatra puede ser muy estresante, debido a que tus hijos ya no están en el hospital con todos los cuidados del médico, sino que, por el contrario, ya está en tu hogar, adaptándose.
Sin embargo, esta cita suele darse en el peor momento posible, en vista de que la mamá todavía se está recuperando del parto, por lo cual puede estar incómoda y adolorida, adicionalmente, es usual que ambos padres estén cansados, debido a que la adaptación al hogar y nuevas rutinas, puede ser un proceso desgastante, no obstante, es de vital importancia acudir y no dejarla pasar.
¿Qué hará tu pediatra?
En esta primera revisión, es común que el pediatra primero revise la historia clínica con los datos del embarazo, el parto y los antecedentes familiares. Luego de esto, realizará una exploración física, para poder tener una valoración del estado general de tu bebé, para esto podrá: medir su peso, estatura y perímetro craneal, así mismo, explorará ojos, oídos, color de piel, forma del cráneo y fontanelas, abdomen, tono muscular, genitales, los reflejos, etc.
De igual manera, hará un pequeño examen cardiopulmonar, que consiste en auscultar el pecho del bebé para comprobar que el corazón late con normalidad y que la respiración es correcta. Una vez termine con este examen y vista a tu bebé, podrá hacerte preguntas relacionadas con su alimentación, sueño, o aclarar cualquier preocupación que puedas tener.
Es de vital importancia, que te sientas cómodo o cómoda con el pediatra de tu bebé, así tendrás la suficiente confianza de hacerle cualquier pregunta o duda que puedas tener, de igual manera, es crucial que el especialista te inspire confianza, así la visita será mucho más cómoda tanto para ti, como para tu bebé.