La figura paterna juega un importante papel en la educación de los hijos e hijas, complementando a la figura materna. Ambas figuras son imprescindibles para el sano desarrollo del niño/a. Veamos las implicaciones de la figura paterna:
1. Todos los niños y niñas necesitan desarrollar su identidad sexual (independientemente de cual sea la suya) y aprender cómo funcionan las diferentes identidades para ello necesitan una figura masculina y una figura femenina que puedan transmitirles el rol masculino y el rol femenino.
2. La figura paterna tiende a interactuar de manera diferente a la figura materna, según diferentes estudios. Ambos modos de interacción se complementan haciendo posible una riqueza de vivencias y de experiencias cruciales para los pequeños.
3. La interactuación con la figura del padre tiende a desarrollarse a través del juego activo, que permite explorar y aprender. Es un modo de interacción que favorece el desarrollo y que ayuda a fortalecer el vínculo afectivo.
4. El padre se convierte en el hombre más admirado por sus hijos e hijas, en su superhéroe particular. Es por ello que como padres, se ha de prestar atención a este concepto tan alto, el de la mirada de los hijos e hijas.
5. La figura paterna ayuda a establecer el equilibrio en la relación de la madre con los hijos e hijas. Al igual que la figura materna contribuye al equilibrio en la relación con el padre.
6. La ausencia, rechazo o insuficiente relación con la figura paterna tiene consecuencias negativas en el desarrollo de los niños y niñas (inseguridad, ansiedad, estrés, etc.)