Piojos: cómo actúan, de qué forman se contagian y cómo eliminarlos

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Los piojos son insectos parásitos muy pequeños que generalmente habitan en el cuero cabelludo, donde se esconden entre los cabellos, se alimentan de la sangre y ponen sus huevos. Estos insectos generalmente producen una intensa picazón.

Esta infección parasitaria es bastante común en los niños que están en edad escolar y se propaga rápidamente. Los piojos son insectos que caminan. No pueden dar brincos, saltar, ni volar, pero pueden viajar de una cabeza a otra cuando dos personas juntan sus cabezas, por ejemplo al abrazarse o compartir la almohada.

Una vez que el piojo hembra logra instalarse en la cabeza de un niño, deposita allí sus huevos y empieza a poblar el área. Las liendres no se contagian; las ha de poner un piojo vivo. Dado que los piojos pueden vivir fuera de la cabeza humana hasta un día, en teoría es posible contagiarse si el pelo entra en contacto con objetos tales como sombreros, peines o cepillos que acaben de ser usados por una persona infestada. Sin embargo, es más probable que se propaguen de persona a persona, a que lo hagan así.

Es un mito creer que los piojos son producto de la falta de higiene o la pobreza. A los piojos les gusta tanto el cabello limpio como el sucio, y pueden proliferar hasta en las comunidades más prósperas.

Así que, si hay piojos alrededor, no es culpa del niño ni de la familia. Si tu hijo tiene piojos, seguramente estos bichitos estén presentes por el barrio o la escuela, y es probable que tu hijo se los haya pasado a otras personas sin darse cuenta.

Es así como, si tu hijo tiene piojos, necesitarás tomar medidas para deshacerte de ellos. Antes de comenzar la dura tarea de combatir los piojos, comprueba si tu hijo está realmente infestado. Es decir, fíjate si encuentras liendres en el nacimiento del cabello o piojos vivos en su cabeza y pelo.

No te fíes de la palabra de alguien que haya realizado una inspección visual en la escuela porque los piojos y sus huevos son difíciles de identificar. Es muy común confundirlos con dermatitis seborreica, vainas de queratina (proteína residual del cabello) o residuos de productos para el cabello, como acondicionadores y gel.

Aquí te presentamos las alternativas recomendadas por médicos, especialistas en el tema y padres de familia:

Combinar un tratamiento pediculicida con peine para piojos

Muchos padres prueban esta opción: aplicar al cabello un tratamiento para piojos de venta en farmacias y, después, pasar periódicamente el peine para piojos usando un peine fino de metal.

Tratamiento para piojos de venta sin receta médica

Un informe sobre piojos publicado en 2010 por la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) recomienda el uso de pediculicidas (productos para matar piojos) de venta en farmacias. Estos productos se venden bajo la forma de crema de enjuague, champú, gel, mousse u otro tipo de producto para el cabello.

La AAP recomienda aplicar el pediculicida siguiendo las instrucciones y después repetir la aplicación nueve días después para matar a los piojos que puedan haber nacido. El informe dice que los peines para piojos no sirven para erradicar los piojos una vez aplicado el tratamiento para los mismos, aunque son útiles para diagnosticar un caso de piojos y para eliminar los piojos y las liendres que el pediculicida haya matado.

Peine especial para piojos

La Asociación Nacional de Pediculosis (NPA, por sus siglas en inglés) recomienda quitar los piojos y las liendres del cabello con un peine especial, en lugar de usar un pediculicida. El grupo no descarta por completo los pediculicidas, pero advierte que estos productos son pesticidas potencialmente perjudiciales para los niños.

Métodos alternativos

Encontrarás toda clase de remedios naturales para piojos en las farmacias, las tiendas de productos naturales y por internet. Estos productos no están aprobados por la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA) y no hay prueba científica de que sean seguros o eficaces (y algunos podrían ser tóxicos, así que ten cuidado). Los remedios caseros tales como el aceite de oliva, el aceite de bebé, la vaselina o el uso de un secador de pelo son también muy populares pero no están científicamente comprobados.

Redacción Pediatría y Familia

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