Nutrir la autoestima de tu hijo puede parecer una gran responsabilidad. Después de todo, es normal que sus niveles de autoestima suban y bajen, ¡y es algo que les pasa incluso a los adultos más seguros de sí mismos!
A veces nos sentimos bien con nosotros mismos y a veces no. Es importante que ayudes a tu hijo a cultivar su capacidad de adaptación, y que te asegures que sienta orgullo y respeto por sí mismo y por sus raíces culturales. Así lo ayudarás a confiar en su capacidad de enfrentar los retos de la vida.
A continuación, te brindamos once sencillos consejos para que aumente la autoestima de tu hijo.
Dale amor incondicional
Dale mucho amor, abrazos y besos. Dile cuánto lo quieres, no importa lo que haga. La autoestima de un niño florece cuando lo aceptas tal y como es, sin importar cuáles son sus puntos fuertes, sus dificultades, su temperamento o su destreza.
Cuando tengas que disciplinarlo, aclárale que es su comportamiento y no él lo que es inaceptable. Por ejemplo, en lugar de decirle “¡Eres un niño malo!” o “¿Por qué no puedes ser bueno?”, dile: “No estuvo nada bien que empujaras a Gabriel. Puedes lastimarlo. Por favor, no empujes”.
Bríndale atención
Aparta tiempo para dedicarle a tu hijo tu atención completa, sin hermanitos ni otras personas que te distraigan. Salgan juntos a caminar o pasen media hora juntos antes de irse a la cama. Tu atención le ayudará a reforzar la sensación de que es valioso e importante para ti.
No tiene que ser mucho tiempo, pero, por ejemplo, si tu niño quiere hablar contigo, deja de mirar la correspondencia o apaga el televisor para conversar con él. Míralo a los ojos para que sepa que realmente lo estás escuchando.
Establece límites
Establece algunas reglas razonables y haz tu hijo las respete. Por ejemplo, si le dices que tiene que comer su merienda en la cocina, no le permitas que coma por toda la casa al día siguiente.
Ofrécele opciones
Para un niño de 2 años, una buena regla es proporcionarle dos opciones diferentes. Y es que a esta edad, tu niño no está listo aún para elegir entre demasiadas alternativas. Por ejemplo, pregúntale si prefiere ponerse la camisa roja o la amarilla, o si prefiere desayunar cereal de avena o hojuelas de maíz.
Cuando tenga 3 o 4 años podrás darle más opciones, y al mostrarle que confías en su capacidad de decisión, le ayudas a construir su autoestima.
Si pone su plato demasiado cerca del borde de la mesa y se cae, no lo regañes. Mejor pregúntale qué puede hacer de manera diferente la próxima vez para que no suceda lo mismo. Ayúdalo a entender que es normal cometer errores de vez en cuando y que eso no significa que deba sentirse mal.
Cuando tú misma cometas un error, admítelo con tranquilidad. Al reconocer tus propios errores y mostrarle que te recuperas sin dificultad, le estás enseñando a tu hijo una poderosa lección, ya que eso le ayudará a aceptar sus propios errores con más facilidad.
Facilítale el éxito
Ponle una banqueta al lado del lavabo para que tu hijo pueda lavarse solito los dientes y las manos. Guarda sus juguetes y libros en un lugar donde los pueda alcanzar. Cómprale ropas que se pueda poner y quitar sin ayuda.
Al darle los recursos que necesita para cuidar de sus propias necesidades, fomentarás su independencia y su confianza en la capacidad de hacer las cosas por sí mismo.
Celebra lo positivo
Haz un esfuerzo por reconocer, todos los días, las cosas buenas que hace tu hijo y dilo en voz alta. Le puedes comentar a su papá: “José lavó todos los vegetales para la cena”. El pequeño no sólo disfrutará de tus palabras de aliento sino también de los comentarios positivos de su padre.
Sé específica. En lugar de decir “¡Lo hiciste muy bien! “, di: “Gracias por esperar con tanta paciencia en la fila”. Tu pequeño tendrá la sensación de haber logrado algo y su autoestima se fortalecerá. Además sabrá exactamente qué fue lo que hizo bien.
Acepta sus emociones
Cuando tu hijo tenga una rabieta porque no se quiere ir del parque, procura ver las cosas desde su punto de vista. Para un niño de 2 años de edad, tener que dejar de jugar para irse a casa es, realmente, una verdadera tragedia.
Ayúdalo a sentirse cómodo con sus emociones definiendo o nombrando lo que siente. Dile: “Comprendo que estés triste porque tenemos que irnos del parque”. Si aceptas sus emociones sin juzgarlo, reafirmas sus sentimientos y le demuestras que lo que él dice es importante.
Evita comparaciones
Evita comentarios tales como “¿Por qué no eres como tu hermana? ” o “¿Por qué no eres agradable como Pedro?”. Simplemente le recordarán a tu hijo sus defectos. Incluso comparaciones positivas como “Tú eres el mejor jugador”, son potencialmente dañinas porque a tu hijo se le hará difícil alcanzar tu nivel de exigencia.
Si en cambio le dices que lo aprecias por ser como es, y no por ser mejor o peor que los demás, será más probable que se valore a sí mismo.
Muéstrale tu propia autoestima
Una de las mejores maneras de fomentar el desarrollo de la autoestima de tu hijo es mostrándole la tuya propia. Demuéstrale que te sientes orgullosa de tus logros y haz lo posible por evitar decir cosas negativas sobre ti misma como: “¡Qué idiota soy!”, cuando cometas un error.
Ofrécele aliento
Todos los niños necesitan apoyo de sus seres queridos. Es importante repetirle que crees en él y que lo animes a seguir adelante. Dar aliento significa reconocer el progreso, y no solo premiar un logro. Si tu hijo tiene dificultades en abrocharse el pantalón, dile: “Estás poniendo todo tu empeño, ¡y casi lo logras!”. Eso hará que se sienta bien consigo mismo, aunque aún no tenga la capacidad de hacerlo solito.