Probablemente hayas escuchado alguna vez acerca del “efecto Mozart”. Se trata de la creencia de que la música de este músico austriaco estimula la inteligencia de los bebés y aumenta su coeficiente intelectual. Sobre todo, cuando se encuentran en el vientre materno, a través del uso de auriculares.
Ahora bien, ¿crees que sea un mito o una realidad?
Antes de responder, repasemos a qué se debe esta creencia/realidad y cómo se relaciona con la música para los bebés.
Resulta que, en el año 1993, una psicóloga californiana, la señora Frances Rauscher, decidió hacer un estudio al respecto e invitó a varios de sus estudiantes a escuchar la música de Mozart durante 15 minutos. El resultado fue el siguiente: se comprobó que los resultados eran mejores de lo usual y que, además, los estudiantes habían logrado relajarse.
¿Mito o realidad? Seguro no estás convencido del todo, ¿cierto? Tampoco lo estaba la revista Pediatrics, que ponía en duda si el resultado se debía a escuchar música específicamente de Mozart o era por ser música clásica, que resulta ser relajante. Hasta nuestros días no existe una prueba contundente que verifique la veracidad de este efecto.
A pesar de esto, hacer que los bebés escuchen música clásica es beneficioso para su desarrollo. ¿Sabías que la audición del bebé se desarrolla desde que está en el vientre? Mediante la música, la mamá se relaja y también el niño. Representa una forma de comunicación entre mamá y bebé, aún antes de nacer. La música funciona como un canalizador de tus emociones y no tiene por qué ser clásica. Procura encontrar una música que te relaje y guste a ti y seguramente el bebé lo percibirá.
