Las enfermedades reumáticas normalmente se asocian con las personas mayores, pero en realidad los niños también pueden padecer estas afecciones, pues tienen un gran impacto en todas las áreas de la vida de la persona ya sea a nivel físico, emocional y social. Al ser los más pequeños los afectados por estas enfermedades, el impacto es aún mayor, viéndose comprometida la vida de toda la familia.
El efecto que puede producir el diagnóstico de alguna enfermedad crónica en los niños es diferente cualitativa y cuantitativamente en función de la edad del niño.
En la edad más pequeña los niños no pueden entender realmente en qué consiste la enfermedad ni lo que puede llegar a implicar esta. Los niños solo pueden percibir la angustia de sus padres y esto los puede llegar a hacer sentir culpables a ellos.
En la etapa escolar es cuando se produce el primer contacto con las implicaciones sociales que pueden tener su enfermedad, los niños tendrán que empezar a explicar su condición ya que no podrán hacer deportes, ni correr, no podrán hacer las mismas actividades que pueden realizar niños de su edad, también estará a menudo en visitas médicas y tomará medicamentos que en la mayoría de casos son a través de una inyección.
A medida que van creciendo y se acercan a la adolescencia son capaces de implicarse de forma activa en su tratamiento, lo que les da un papel más activo y tiene sensación de control sobre su afección.
Durante esta etapa de su vida la enfermedad reumática puede hacerles sentir diferentes a los demás ya que es una etapa en donde ellos buscan ser aceptados. La autoestima es un factor importante que empieza a jugar en el desarrollo de los adolescentes por lo que no es fácil aceptar las diferencias que tienen con las otras personas y pueden llegar a descuidar su padecimiento.
De las enfermedades reumatológicas, algunas aparecen solo en la infancia y otras aparecen en niños o adultos y aunque son parecidas, no son iguales.
· Artritis idiopática juvenil es una de las más frecuente en la reumatología pediátrica que es la inflamación en las articulaciones, que en ocasiones es dolorosa. Pero en los niños, a diferencia de los que ocurre en los adultos, la inflamación no suele acompañarse con dolor. De esta manera, un niño que pueda sufrir esta afección no se quejará de dolor en alguna de las articulaciones afectadas, lo que sí se puede llegar a ver, es que el niño comience a cojear, sobre todo en las mañanas o después de la siesta, lo que quiere decir que se presenta cuando ha estado en reposo y tiene que volver a mover la articulación.
No se conoce la causa de las artritis infantiles, actualmente se cree que se debe a múltiples factores como la genética, factores ambientales e infecciones, esta enfermedad se da en menores de 16 años.
Hay diferentes tipos de artritis idiopática juvenil, algunos afectan más a niñas que niños, otros afectan a niños pequeños y otra porción a adolescentes.
En los niños es frecuente la aparición de las artritis en relación con las infecciones, sobre todo virales. La más frecuente es la sinovitis transitoria de cadera, que aparece en niños que han tenido recientemente una infección que casi siempre aparece como gripa. Estos niños presentan cojera y dificultad para caminar, la articulación inflamada es la cadera y es por esto que se pueden llegar a quejar de dolor en la zona de la ingle, los músculos o a veces en la rodilla.
Tipos de artritis infantiles o juveniles:
· Pauciarticular, cuando hay menos de 4 articulaciones afectadas. Es la más común de las artritis en los niños y afecta en las articulaciones mayores como las rodillas o los codos.
· Poliarticular, cuando están comprometidas más de 5 articulaciones, estas pueden perturbar articulaciones grandes como las rodillas o pequeñas como en las manos o pies, suele ser una artritis simétrica que afecta a la misma articulación en ambos lados del cuerpo.
· Sistémica, esta además de afectar las articulaciones puede afectar el corazón, hígado, bazo y nódulos linfáticos y producir etapas de fiebre.
Es importante que a los niños se les trate con la mayor normalidad, también es recomendable animar al niño para que realice ejercicios físicos como terapia. Es conveniente tratar el tema con los profesores para que en la escuela también puedan ayudar al niño afectado.
Es primordial el consumo de los medicamentos adecuados para la enfermedad pues es una situación de brotes frecuentes y lesiones en los huesos que son significativas y no se normalizaran.
