Gladyra Archilla |
Especial para Pediatría y Medicina de Familia |
Dividida opinión de las organizaciones pediátricas
“”””Aunque muchos son los que apoyan la práctica del colecho como táctica de apego entre la madre y el bebé, otros la cuestionan por ser la principal causa de muerte durante la infancia pasado el periodo neonatal.
Prácticamente esta discusión se ha tornado en un debate público entre los que están a favor y los que están en contra del colecho por su insistente relación con el síndrome de muerte súbita infantil.
Las posturas de la Academia Americana de Pediatría (AAP) como la Asociación Española de Pediatría, en ocasiones contrarias, son muy directas con respecto al riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante pasado el periodo neonatal (SMSL).
La AAP recomienda el uso del chupete y no practicar el colecho. Aduce la revisión de nuevos estudios epidemiológicos que parecían mostrar que el colecho puede ser peligroso. Estas recomendaciones han suscitado más controversias, sobre todo entre aquellos que ven cómo esas pautas no favorecen la lactancia materna o el vínculo madre-hijo.
Algunos de estos estudios han encontrado que la correlación entre la muerte súbita y el colecho sólo sucede entre las madres fumadoras. Sin embargo, el estudio multicéntrico de la Acción Coordinada Europea contra el SMSL, encontró que el colecho es un factor de riesgo significativo en hijos de madres no fumadoras de hasta ocho semanas de edad.
Un estudio de la Acción Coordinada Europea contra el SMSL, llevado a cabo en 20 regiones europeas, encontró que el colecho era también un factor de riesgo significativo en hijos de madres no fumadoras de hasta ocho semanas de edad. La mayoría de investigaciones indican que el riesgo de SMSL parece ser particularmente alto cuando los que comparten el lecho han consumido alcohol o están muy cansados.
Sin embargo, dentro del seno de la propia Academia Americana de Pediatría hay secciones que no están de acuerdo con la recomendación global contra el colecho, como la sección de lactancia materna. Ellos ven débiles los datos para
apoyar esa recomendación, y consideran que muchos de los estudios citados por la AAP no son metodológicamente correctos.
En la AAP hay secciones a favor del colecho, como la sección de lactancia materna y señalan que muchos de los estudios citados por la AAP no son metodológicamente correctos.
Los defensores del colecho creen que no existen datos que apoyen importantes efectos secundarios directamente relacionados con el dormir junto a un adulto, pero que sí existen datos sustanciales de que el colecho confiere beneficios a los lactantes (mejoría de la lactancia materna, disminución del llanto del niño, mejoría del sueño del bebé y de los padres, ayuda para establecer el vínculo padres-hijo), lo cual sería suficiente para no desaconsejar que se duerma junto a los bebés en la misma cama.
Por su parte, la Asociación Española de Pediatría (AEP), también le ofrece seguimiento a la discusión. Indica que no hay datos definitivos en el complejo hecho que relaciona dormir con los bebés y el SMSL, excepto en el caso de que la madre sea fumadora. Sin embargo, en algunos países con baja incidencia del SMSL, se comparte la cama con alta frecuencia. En la actualidad, se están realizando estudios para determinar este complejo hecho, a través de un Estudio Internacional sobre los Cuidados del Bebé.
En el seno de la misma AEP se encontró que su Comité de Lactancia Materna no se desencanta por el colecho (sin hacer mención a la muerte súbita). Afirman que el bebé duerma en la cama junto a los padres no es una cuestión médica, sino personal y cultural, y apuesta por la “libertad de elección”.
En fin, la discusión entre el apoyo o el rechazo de lo que conlleva la cultura de colecho mantiene a las organizaciones que agrupa la cultura familiar y los especialistas médicos en una contienda saludable de intercambio de datos científicos y sociales.