Los primeros meses es normal que los bebés traguen bastante aire cuando comen ya que no controlan la técnica de succión. Te contamos qué debes hacer para ayudar a tu hijo a expulsar esos incómodos gases.
Los gases son una molestia habitual de muchos bebés y es importante que, si notamos que les están provocando incomodidad, los ayudemos a expulsarlos, ya que al ser tan pequeños aún no saben cómo hacerlo solitos.
La incomodidad que producen los gases puede ser intensa y provocar el llanto del bebé lo que nos puede llevar a pensar que se trata de un cólico, pero no debemos confundirlo. Los cólicos son contracciones dolorosas del abdomen que padecen algunos bebés durante las doce primeras semanas de vida del niño, suelen darse más al atardecer y duran, aproximadamente, dos horas. Dos larguísimas horas en las que el bebé llora desconsoladamente y los padres no saben muy bien qué deben hacer para ayudar a su hijo.
Durante los periodos de cólicos el bebé tiene el vientre endurecido y se muestra agitado, molesto, inquieto e irritable. Además es habitual que tampoco sea capaz de expulsar los gases cuando se encuentra en plena “crisis” pero eso no significa, necesariamente, que el pequeño tenga gases.
Los gases del bebé son de dos tipos
Hay dos tipos de gases: los gases del estómago y los gases del intestino.
Los gases del estómago provienen del aire que el bebé ha deglutido durante la toma o que ha absorbido durante algún periodo de llanto.
Los gases del intestino provienen o suelen ser causa de una mala digestión (fermentación) de los hidratos de carbono en el colon o como consecuencia de una intolerancia alimentaria (por ejemplo, a la lactosa).
Para prevenir su aparición en el caso de los gases intestinales hay algunos casos en los que el pediatra recomienda cambiar la leche adaptada que se le da al bebé por otra o bien darle un medicamento que favorezca la expulsión de las burbujas de gas.
Si notamos que la causa de los gases es la absorción de aire y que esto provoca que el niño se sienta incómodo durante la toma, podemos parar cada cinco minutos para que eructe. Si toma leche materna, le pondremos entre un pecho y otro, aunque si la postura es buena no tiene por qué tragar aire. De todas formas, no es obligatorio que el bebé eche los gases.
Las mejores posturas para expulsar los gases
Cada bebé es un mundo, y cada madre termina encontrando la mejor manera de que su hijo suelte los gases.
Las técnicas favoritas de los recién nacidos son:
- Ponerle erguido sobre el pecho con su cabecita en nuestro hombro.
- Sentarle en las rodillas de espaldas a nosotros, con palma de nuestra mano en su pecho y los dedos en su barbilla.
- Sentarle de lado en el regazo, mientras cogemos sus puños con una mano y ponemos la otra mano en su espalda.
- Boca abajo sobre nuestro regazo, procurando que su cabeza quede más alta que el pecho. También podemos ponerle a horcajadas sobre un brazo, colocando nuestra mano en su tripa.
- En todas las opciones podemos hacerle un masaje o darle unas palmadas suaves en la espalda. Además, cuando lo cogemos en brazos es conveniente poner una toalla en el hombro para que no nos manche la ropa, ya que con los gases el bebé suele echar una bocanada de leche.