Durante años, especialistas han resaltado los beneficios de la lactancia materna sobre la salud de los bebés, motivando a las madres a brindar una alimentación exclusiva desde el momento del nacimiento hasta los dos años de viuda, enfatizando mucho más en hacerlo durante los primeros seis meses.
Hoy en Pediatría y Familia resaltamos los beneficios de la leche materna en los niños con diagnóstico de autismo
En los pequeños con trastorno del espectro del Autismo (TEA) , que comúnmente es relacionado con factores genético o ambientales, suele presentarse una afectación en su sistema gastrointestinal y en el sistema inmunológico, afectando la capacidad de su organismo para generar defensas.
Minutos después del parto, es aconsejable que mamá de la primera toma a su bebé, esta generalmente es para suministrar lo que conocemos como el calostro, lo que resulta muy beneficioso para el pequeño porque contiene una fuente importante de inmunoglobulina A secretora con la que se logra crear una especie de barrera protectora en las membranas celulares de la nariz, garganta e intestino del bebé
Comúnmente los niños con autismo, presentan inflamación en sus intestino y problemas en las vías respiratorias, por lo que este tipo de barreras les permite estar menos expuestos a diferentes factores contaminantes, de igual forma, al ser la leche materna, un producto natural, no da cabida a la presencia de alergias, irritación o intolerancias que pueden generar otros productos.
Ventajas de dar el pecho a niños con trastorno del espectro autista
Uno de los benéficos que más se resaltan en la leche materna es que es altamente digerible, por lo que el hábito intestinal del bebé se mantiene en consonancia para la adecuada liberación de toxinas, además, es rica en prebióticos y probióticos naturales fundamentales en el proceso absortivo.
Cuando se genera una afectación en el sistema gastrointestinal, el cuerpo no esta presparado para expulsar adecuadamnete las toxinas, por lo que se corre el riego de que estas viajen por el torrente sanguíneo hasta las neuronas generando un tipo de corto circuito que puede ocasionar en los pequeños, irritabilidda, aletraciones en la motricidad, ausencia de balbuceo o limitación en la empatía hacia el exterior, características propias de los niños con TEA.
Otro grande aporte proteico de la leche materna es la caseína, capaz de eliminar el riesgo de provocar alergia, sensibilidad o intolerancia alimentaria que generan otros tipos de leche como el de vaca o productos de fórmula.
Recuerda consultar con tu médico y apoyarte en especialistas de lactancia para hacer el proceso cómodo para ti y para que puedas proporcionar a tu bebé desde su primer día de vida nutrientes que beneficien su salud.
Con información guía infantil.
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