Cuando nos convertimos en padres comenzamos a tener muchas expectativas sobre cómo será el nuevo bebé en cuanto al carácter y a la personalidad. ¿Será tranquilo como su hermano? ¿Sacará el temperamento de su padre?
Cuidado con lo que nos imaginamos porque cada niño es diferente y puede que tengamos un hijo que demanda muchos más cuidados y atenciones que los otros. Hablamos de los bebés y los niños de alta demanda.
“Debemos tener claro que esto no es una patología, son bebés diferentes, con características muy distintas a otros, donde su cerebro se desarrolla más rápido de lo habitual y para que esto suceda necesitan más estímulos afectivos, sensoriales y del movimiento, por lo tanto debemos darles lo que ellos demandan para que se pueda lograr ese desarrollo óptimo de su cerebro“.
¿Conocen los padres cómo son los bebés y niños de alta demanda?
El término de ‘bebé de alta demanda’ fue dado por el Dr. William Sears, a su propia hija menor, cuando se dio cuenta que ella era muy diferente a sus 4 hermanos anteriores, comportándose de una manera distinta.
Llegó a la conclusión de que era una niña muy demandante y agotadora, donde los métodos de crianza que le habían resultado con los otros, con ella no funcionaban. Además los demás familiares o personas a su alrededor siempre la catalogaban de tremenda, inquieta, llorona, fastidiosa.., una verdadera niña demandante, agotadora o de alta necesidad (High need baby).
Los bebés de alta demanda tienen características propias que los distinguen de los no demandantes, las cuales son:
- Son muy intensos
A todo lo que hacen le imprimen mucha energía, por ejemplo, maman o comen vorazmente, lloran con mucha fuerza e insistentemente, piden constantemente, ríen muy duro y protestan enérgicamente.
- Son muy absorbentes
Especialmente con su madre y/o cuidadores, al punto que los hacen sentir agotados, es como que absorben la energía del que lo cuida.
- Insatisfechos
Todo el tiempo demandan atención, contacto físico, que los tengan cargados, que le den atenciones, amor y cariño y que jueguen con ellos, pero nunca se sienten satisfechos.
- No están quietos
Siempre están listos para cualquier cosa e, incluso, su mente siempre está activa. Difícilmente los puedes mantener en coches, fulares (porteo), porque a pesar que les gusta el contacto físico, prefieren sentirse libres.
- Buscan frecuentemente el pecho
No solo para saciar su hambre y recibir nutrientes, sino porque para ellos es un tranquilizante, calma su nerviosismo. Cuando solo reciben fórmula artificial, rechazan el biberón cuando ya se sienten satisfechos y buscan otra cosa que los calme, como por ejemplo el chupón o chupete.
- Demandan constante atención
Tras satisfacer una necesidad, pronto muestran otra.
- Despiertan frecuentemente por la noche y no hacen siestas o si las hacen son muy cortas.
- Son impredecibles
Hacen cosas que los padres no esperan.
- Temen a la separación
Cuando ven a sus padres alejarse hay una sensación de miedo, ya que son ellos que satisfacen sus necesidades.
11 consejos para padres con bebés y niños de alta demanda
Cuando acuden a mi consulta por esa inquietud, les explico a los padres por qué se produce este comportamiento y les pido que entiendan, como dije anteriormente, que no se trata de ninguna enfermedad. Se trata de su temperamento y que si llevan a cabo mis recomendaciones, verán que a partir de los 2 a 3 meses, el nivel de intensidad bajará porque ellos deben buscar la forma de ofertar a sus hijos lo que ellos demandan, antes de que se produzca una crisis o situación agotadora.
1. No intentes cambiar su temperamento, porque te agotarás demasiado. Solo trata de lograr una relación con tu bebé, buena y afectuosa.
2. No lo compares con nadie, ni con sus hermanos, si los tiene o con otro bebé, llámese vecino, sobrino, etc. Cada persona es única y las comparaciones pueden a la larga afectar su autoestima.
3. Atiende sus demandas y dedícale tiempo, eso le calmara y le dará seguridad.
4. Refuerza su buen comportamiento con frases y acciones positivas, sobre todo cuando está calmado, sonriente y de buen humor.
5. No utilizar la violencia, reforzarías su lado negativo y afloraría su rebeldía.
6. No complacerlo tampoco en todo lo que demande, podría utilizarlo más adelante para manipular.
7. Canalizar sus emociones, con prácticas de relajación, yoga o algún deporte de baja intensidad.
8. Conversar mucho con él o ella y dejar que se exprese.
9. Actuar con muchísima calma y mucho amor ante una rabieta, pero a la vez con firmeza.
10. Si te sientes agotada física y mentalmente, es válido pedir la ayuda de un familiar o cuidador, eso te ayudará a liberar tensiones. Recuerda que somos humanos y en cualquier momento puedes perder los estribos y/o caer en depresión.
11. Si ves que no puedes con esta situación, que no sabes controlarla y que se te sale de las manos, busca ayuda profesional con psicoterapeutas infantiles.
De: Guía Infantil