Cepillarse los dientes, leer un cuento e ir a la cama son las recomendaciones que realiza la American Academy of Pediatrics (AAP), a los padres para ayudarlos a mantener una rutina que genere en los niños un mejor descanso y aliviar el estrés en las noches.
- Ayúdale a lavar sus dientes.
- Léele un libro de sus temas favoritos.
- Llévalo a la cama siempre a la misma hora.
Cepillado de los dientes
Recuerda que todos los niños necesitan ayuda de un adulto para cepillarse y asegurarse de que lo están haciendo bien.
En lo posible, enséñale a los niños a escupir la pasta de dientes de sobra, pero no ha enjuagarse con agua primero, algún residuo que quede de la pasta dental es bueno para sus dientes.
Una vez los dientes estén juntos (se toquen entre sí), también se puede hacer uso del hilo dental. Visita al dentista regularmente a partir del primer cumpleaños de del niño o antes si algo le preocupa.
No olvides que la última cosa que se pone en la boca antes de ir a la cama es el cepillo de dientes.
Leer un libro
Después de cepillarse y antes de acostarse, encuentra un lugar cómodo para sentarte y leer con tu hijo. El tiempo que pasa, aunque solo sean 15 minutos todos los días para leer juntos en voz alta contribuirá a mejorar las habilidades socio-emocionales y al desarrollo del lenguaje de su hijo.
Inventa tus propias historias, realiza voces tontas, canta canciones y simplemente disfruta estos momentos especiales para crear lazos afectivos con el niño.
De vez en cuando visita la biblioteca o librería de tu localidad y dale a tu hijo la oportunidad de explorar y encontrar diferentes tipos de libros.
Nunca es muy pronto para leer libros, a medida que los pequeños crecen, también cambiarán la clase de libros que disfruten.
Hora de ir a la cama
El sueño es muy importante para la salud y el bienestar de todas las personas, especialmente en los niños. De hecho, los buenos hábitos del sueño se inician desde el nacimiento. Sin embargo, lograr que los niños pequeños se duerman (y permanezcan dormidos) es a menudo una de las labores más difíciles de los padres. Independientemente de la edad, la clave es tomar ciertas medidas que le ayuden a relajarse de las actividades del día.
Establecer horas regulares para acostarse y ceñirse a este plan. No esperes a que tu hijo empiece a frotarse los ojos o a bostezar — puede que ya sea demasiado tarde.
Poner al niño en la cama incluso de 15 a 20 minutos antes, puede marcar una gran diferencia y asegurar que todo el mundo pueda descansar y tener una buena noche.