No me dejes llorar, mamá. No se me agrandarán los pulmones. No me haré más fuerte, no me haré más sabio.
No me dejes llorar, mamá. No escuches esos comentarios, tus besos no me malcriarán, tu pecho no me hará dependiente; no lo hago para molestar.
No me dejes llorar, mamá. Solo puedo confiar en ti, solo conozco tu voz, tu olor, solo pienso en ti desde que salí de tu vientre.
No me dejes llorar, mamá. No me enseñes a consolarme solito, no lo necesito, porque sé que puedo contar contigo.
No los escuches, no me malcrías cuando atiendes mi llanto. No te pido consuelo en la noche para molestar, te busco porque te necesito, porque no entiendo este mundo en que vivimos, porque recién estoy aprendiendo a amar.
No me enseñes de tan pequeño a llorar, a sufrir, a sentir soledad. Lo voy a aprender, te lo prometo. Un día sufriré de verdad y mi llanto no será para que me tomes en brazos o para que me des el pecho; un día mi llanto será de adulto y no lo podrás consolar.
Ese día quiero recordar mis días más sencillos. Días en lo que mis padres me besaban y solo con eso dejaba de llorar. Esos días no vuelven y si nunca los tuve no tendré qué recordar. ¡No me dejes llorar, mamá!.
De: Marlylactancia