Por: Eduardo Najar
El raquitismo es un trastorno que se asocia al sistema óseo de los niños, se debe a una deficiencia de la vitamina D o de calcio, lo que ocasiona un debilitamiento en los huesos de las extremidades superiores e inferiores, ya que se vuelven quebradizos y maleables.
Los infantes que presentan la enfermedad sienten en primera instancia dolor en los huesos, causado por el crecimiento irregular de algunos de éstos en comparación con sus pares, así mismo, el desarrollo adecuado del sistema óseo se retrasa, las habilidades motoras se ven afectadas por la dificultad al poder movilizarse y por último, se desarrolla debilidad muscular.
De acuerdo a la página especializada ADA, la enfermedad es poco frecuente, pues existen muchos medicamentos y suplementos vitamínicos que pueden evitar el padecimiento de la misma.
Causas del raquitismo
Las causas de este padecimiento pueden ser tanto comunes como también complejas, según la MayoClinic existen varias causas de la enfermedad, estas son:
– Falta de vitamina D: el organismo de un niño necesita absorber calcio y fósforo de los alimentos y la luz solar para un debido y adecuado desarrollo, la vitamina D es la encargada de este proceso.
– Problemas de absorción: algunos niños desde su nacimiento presentan afecciones médicas que alteran la absorción de la vitamina D, los padecimientos que se asocian a esta dificultad son la celiaquía, enfermedad inflamatoria intestinal, fibrosis quística y problemas renales.
Factores de riesgo
Las circunstancias, agentes o elementos que pueden aumentar o reducir el raquitismo son:
– Piel oscura: debido a la cantidad de melanina que tienen los niños de tez oscura, presentan mayores dificultades para absorber la vitamina D directamente de la luz solar.
– Nacimiento prematuro: los bebés que nacen antes de tiempo tienden a tener menos vitamina D en su sistema, debido a la reducción que les pudo haber otorgado su madre en el útero.
– Medicamentos: ciertos medicamentos pueden perjudicar e inhibir la producción de vitamina D.
– Lactancia materna exclusiva: la alimentación para un bebé debe ser balanceada ya que la leche materna no tiene la suficiente vitamina D que el infante requiere para su crecimiento.
– Latitudes septentrionales: los niños que habitan en aquellos lugares donde hay menos luz solar tienden a desarrollar en grandes escalas el raquitismo.
Prevención
La mejor fuente de vitamina D es la luz solar, la exposición diaria por lo menos de 10 a 15 minutos es suficiente para que un niño absorba una cantidad adecuada de vitamina D. En el caso de los niños que habitan en un lugar geográfico donde existe poca iluminación solar es recomendable reemplazarla por luz ultra violeta.
La alimentación también es muy importante para mantener un equilibrio de vitamina D, alimentos como pescados grasos (salmón, atún y aceite de pescado) y la yema de huevo son una gran fuente de obtención de vitamina D y alimentos tratados como el cereal, el pan, el jugo de naranja, el yogur, el queso son esenciales para propiciar la absorción.
Es importante que se tengan en cuenta todos los factores de riesgo para el desarrollo de raquitismo, el debido cuidado de los padres de familia es importante para que sus hijos puedan tener no solo un debido y adecuado crecimiento, sino también una mejor calidad de vida.
