En cuanto a las heces y orina sin olor, según el doctor Rubén Santoyo Ayala, médico internista, la atresia de vías biliares se presenta en etapa neonatal y es una alteración hepática crónica, progresiva e irreversible.
“Se trata de una obstrucción de los conductos que transportan bilis desde el hígado hasta la vesícula”.
Indicó Santoyo que la incidencia de este padecimiento es de uno por cada 18 mil recién nacidos y el diagnóstico de esta patología está incluido en el llamado tamizaje neonatal que se realiza durante los primeros días de vida.
Sobre los síntomas, la ictericia (color amarillo en piel y ojos), las heces fecales fétidas y pálidas o sin color, crecimiento y desarrollo lento, falta de coloración en la orina (acoluria) y crecimiento del hígado (esplenomegalia) son los síntomas más característicos de la enfermedad.