A medida que el bebé crece, su actividad física se incrementa. Por eso, para mantenerlo entretenido y seguro una de las opciones más comunes para padres y cuidadores es disponer de un corral de seguridad, un espacio cerrado similar a una cuna en el que el pequeño puede levantarse, sentarse e interactuar con sus juguetes y el entorno mientras se dispone de ese tiempo para hacer otras actividades cotidianas. Eso sí, siempre dentro del hogar.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que dejar al bebé en su corralito no lo deja libre de riesgos. Aunque el menor se encuentra en un espacio delimitado, se debe tener en cuenta que en estos espacios el niño también ve limitados sus movimientos y su descubrimiento del entorno que habita, dos factores imprescindibles para su adecuado desarrollo. Por ello, su uso es debatido por padres y pediatras.
Si bien los expertos saben que en nuestra época no es fácil que estemos 24 horas con el bebé, está comprobado que cuando el menor permanece mucho tiempo solo tiende a llorar más y a sentirse abandonado. Para evitar estas situaciones en casa, te presentamos algunos consejos para utilizar el corral de seguridad de la mejor forma posible.
¿Cómo sé si estoy utilizando el corral de forma adecuada?
La recomendación principal de los expertos en cuidado infantil es que el bebé reciba 1 hora de atención, por cada hora que permanece en el corralito. De esta manera, fortalecerá sus diferentes habilidades físicas, psíquicas y emocionales. Sin embargo, también se debe prestar atención a los siguientes aspectos:
Ubicación: El corral del bebé debe permanecer en un lugar central dentro de casa, con el fin de tener al pequeño dentro de nuestro campo visual y en un espacio alejado de objetos peligrosos: repisas, mesas, enchufes etc.
Variedad de estímulos: Los expertos recuerdan a los padres que el corral del bebé no es un espacio que se deba llenar de juguetes. Lo ideal es entregar entre 3 y 5 juguetes para que el niño encuentre suficiente diversión y además, no se abrume si encuentra demasiados estímulos. Por supuesto, los juguetes deben variar en cada uso del corral para que el niño no se aburra en ese espacio.
Compañía: Lo ideal es que el bebé no permanezca demasiado tiempo solo. Debemos estar atentos a sus primeras señales de aburrimiento, bien sea para sacarlo o para ir a hacerle compañía jugando con él, cantándole o realizando otro tipo de juegos.