Conoce los 44 particulares motivos de las rabietas de una niña

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Por: Redacción Pediatría y Familia

Cuando un niño cumple sus primeros dos y tres años, los padres se preocupan porque comienza la edad de los berrinches y rabietas. A esta época, los psicólogos infantiles la conocen como ‘primera adolescencia’ o threenager (en países de habla inglesa). Sin embargo, como cada pequeño es diferente, la edad de los berrinches no se manifiesta con la misma intensidad y enojos en todos los niños.

Pero, desafortunadamente, esto no le ocurrió a Jenna Gallina, una reconocida bloguera de maternidad en Australia. Aprovechando su espacio virtual y la cantidad de seguidores que comparten con ella sus vivencias, esta madre decidió contar un particular momento vivido con su hija, una niña que justamente se encuentra atravesando esta etapa de berrinches, pataleos y discusiones.

Como la mujer no lograba entender qué era lo que tanto molestaba a su hija, durante un día anotó las razones que habían provocado una reacción negativa. Al caer la noche y revisar el listado, Jenna encontró nada más y nada menos que 44 motivos de enojo en su hija. Una cifra que la sorprendió y también la abrumó porque ¿quién creería que pueden existir tantas razones que hagan enfadar a un niño? Tras revisar la lista, la mujer decidió compartirla en su espacio virtual como los “44 motivos razonables de berrinches en un niño”.

Aquí puedes encontrar los motivos más graciosos e inverosímiles del listado:

  • Ella quería usar su camiseta de Elsa (que estaba en la pila de la ropa sucia).
  • Ella se puso su ropa interior al revés.
  • Puse el episodio equivocado de Strawberry Shortcake.
  • Le di la manta amarilla en lugar de la manta de color rosa.
  • Ella quería usar su vestido de Elsa en lugar de su camiseta de Elsa.
  • Hoy no era su cumpleaños.
  • Su hermano la miró en el coche.
  • No podía abrir el envoltorio de su barrita de muesli.
  • Abrí el envoltorio de su barrita de muesli demasiado.
  • Su barrita de muesli se partió en dos.
  • Cuando pinté con ella, usé el color equivocado de azul para el vestido de Cenicienta.
  • Me senté encima de su amigo imaginario.
  • Peppa Pig terminó.
  • No dejé que se llevara su juego al coche.
  • Le sugerí que echáramos una siesta.
  • Dejó caer su sombrero en la carretera.
  • No dejé que ella contestara al teléfono.
  • Me senté en el lado equivocado de la cama.
  • Comenzó a llover.
  • Su hermano habló con ella.
  • Me tomé una ducha sin ella.
  • Perdió el zapato de color rosa de su muñeca.
  • Su hermano se puso su pijama más rápido que ella.
  • Pasé la página de su cuento de antes de dormir de forma incorrecta.
  • Teddy se cayó de la cama.
  • No le hice cosquillas en su brazo correctamente.
  • Bostecé.

Es probable que en casa hayamos vivido situaciones parecidas. Ante este panorama, los expertos en comportamiento infantil nos recomiendan no perder la paciencia y explicar lo mejor posible, las razones de nuestras decisiones y actitudes en la vida diaria.

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