¿Sabías que los padres, mediante sus actitudes y estilos de crianza, ejercen una influencia determinante en el comportamiento de sus hijos. De hecho, el modo en que los niños son criados repercute profundamente en su desarrollo social y afectivo así como en la manera en la que se enfrentan al mundo.
“Los estilos de crianza son las formas en la que los padres reaccionan y responden a las emociones de sus hijos y comprende la manera en que resuelven las situaciones relacionadas con la formación de sus pequeños”.
En otras palabras, los estilos de crianza definen la forma en la que un padre o una madre interactúa con sus niños.
De acuerdo con la Asociación Americana de Psicología, existen cuatro estilos de crianza entre los que se mueven los padres de hoy. Estos son:
- Estilo autoritario
- Estilo permisivo
- Negligente
- Asertivo
Algunos, por ejemplo, piensan que la mejor manera de educar a sus hijos es bajo un esquema de autoridad y de “mano dura”. Otros piensan que lo mejor es darles libertad y reducir las restricciones para que ellos mismos encuentren sus caminos y soluciones y sean independientes.
Por otro lado, están los que consideran que se puede conservar un balance perfecto entre disciplina y amor.
Lo cierto, según los expertos y psicólogos de familia, es que los padres, casi nunca actúan de una sola manera: usualmente asumen diversos estilos ante distintas circunstancias. Sin embargo, es útil ser conscientes de aquellos estilos de crianza que usamos con mayor frecuencia sobre todo porque las investigaciones han demostrado que los estilos usados por los padres influencias positiva o negativamente el desarrollo social y emocional de los niños.
Riesgos asociados a los estilos de crianza
Estilo de crianza autoritario
Los niños criados bajo este estilo suelen ser sumisos y obedientes, de baja autoestima y en algunos casos retraídos. En muchas ocasiones, se revelan en contra de las reglas al llegar a la adolescencia.
Estilo de crianza permisivo
Los niños criados bajo este estilo tienden a ser impulsivos, rebeldes, dominantes, agresivos y con bajo auto-control y tolerancia a la frustración.
Estilo de crianza pasivo o negligente
Los niños criados bajo este estilo tienden a tener poca autoestima y poca confianza en sí mismos. Buscan, a veces, modelos inapropiados a seguir para sustituir la figura de sus padres ausentes.
Estilo de crianza asertivo
Aunque no hay garantía de que no se desarrolle alguno de los riesgos de los estilos anteriores, pues ello depende también de la personalidad y el carácter del niño, los pequeños educados bajo este modelo logran desarrollar autonomía, autoestima y confianza en sí mismos.
Son pequeñas personas que se esfuerzan por conseguir sus objetivos, saben seguir indicaciones, son razonables y no se rinden con facilidad. Afrontan las nuevas situaciones con confianza y entusiasmo. Logran desarrollar buenas habilidades sociales y tienen una gran inteligencia emocional lo cual les permite expresar, comprender y controlar sus propias emociones, así como comprender las de los demás.
De: ABC de bebé
