Trastorno de micción: problemas de control de vejiga urinaria en los niños

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¿Le resulta familiar? Su hijo ya aprendió a ir solo al baño, pero suele tener accidentes durante el día. Podría ser una afección común conocida como trastorno de micción. Hasta un 20 % de los niños en edad escolar tienen al menos un síntoma de trastorno de micción, según algunos estudios.

Se le llama trastorno de micción a un patrón de problemas para orinar que no es típico para la edad y la etapa del desarrollo de un niño. Entre otros términos médicos para la afección se incluyen trastorno de vejiga y trastorno de las vías urinarias bajas.

El trastorno de micción no suele diagnosticarse hasta que el niño es mayor de 4 años y sigue teniendo accidentes durante el día por lo menos durante 6 meses después de haber completado el entrenamiento para ir al baño.

¿Qué es normal y qué no en el funcionamiento de la vejiga de un niño?

Un aparato urinario bajo sano tiene dos funciones: almacenar la orina y evacuar la orina (micción). En general, estas capacidades se adquieren con el tiempo.

Todos los bebés nacen incontinentes, lo que significa que no tienen control sobre el momento en que se vacían sus vejigas.

La mayoría de los niños comienzan a controlar sus vejigas durante el día cuando tienen alrededor de 4 años. Mantenerse seco durante la noche, lo que se llama continencia urinaria nocturna, suele suceder algunos meses después de tener control durante el día.     

Síntomas que podrían aparecer si la vejiga no contiene o elimina la orina como debiera

  • Muy pocas o demasiadas idas al baño. La cantidad de veces que los niños deben vaciar la vejiga cada día dependerá de su edad y de la cantidad de líquidos que consuman.
  • Urgencia. Una necesidad frecuente, repentina e inesperada de orinar puede ser indicación de una vejiga hiperactiva.
  • Goteo. Es probable que sufra goteos de orina durante el día (enuresis diurna). En ciertos casos podría ocurrir al reírse, estornudar o toser. O puede ocurrir por la noche, lo que se llama enuresis nocturna.
  • Problemas de flujo. Esto puede presentarse de distintas maneras, tales y como: Vacilación: dificultad para iniciar el chorro de orina. Dificultad: es preciso un gran esfuerzo para comenzar y terminar de vaciar la vejiga. Chorro débil o interrumpido: cuando el flujo de orina es débil, como un hilo, o tal vez comience y termine varias veces. Dolor: es posible que un niño sienta dolor o molestias al orinar; esto se llama disuria.     
  • Estreñimiento frecuente con accidentes durante el día. Los estudios demuestran que casi TODOS los niños con trastornos de micción también sufren algún tipo de estreñimiento o trastorno intestinal.
Si cree que su hijo tiene alguno de estos problemas de vejiga o síntomas relacionados, llame al pediatra. Es probable que lo remitan a un urólogo pediátrico para un examen más exhaustivo.
Conviértete en el principal guardián del crecimiento y desarrollo de tus hijos.

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