La miastenia grave es una enfermedad autoinmune compleja responsable de que los anticuerpos destruyan las conexiones existentes entre músculos y nervios, provocando debilidad y cansancio muscular.
A medida que se utiliza el músculo afectado, la miastenia empeora progresivamente. Lo común es que se presente en los músculos que somos capaces de controlar voluntariamente, aunque hay determinados grupos musculares que pueden verse afectados:
- Músculos de los ojos (caída de uno o ambos párpados)
- Músculos de la cara y de la garganta (deterioro del lenguaje, dificultad para comer)
- Músculos del cuello (dificultad para sostener la cabeza)
- Músculos de las extremidades (dificultad para caminar, mantener peso en los brazos)
Posibles causas
Al tratarse de una enfermedad autoinmune, el cuerpo produce los anticuerpos que destruyen o bloquean los receptores de los músculos, de manera que reciben menos señales nerviosas y provocan la debilidad.
Por otro lado, se ha tenido en consideración que se trate de una afección hereditaria. En el caso de los bebés, se trata de la miastenia grave neonatal que, por lo general, tiende a mejorar durante los dos meses posteriores al nacimiento.
Algunas complicaciones
- Crisis miasténica: La crisis ocurre cuando los músculos que controlan la respiración se debilitan tanto, que dejan de funcionar correctamente. En este caso, es necesario acudir de inmediato al servicio de emergencias para recibir el tratamiento y la asistencia médica adecuada.
- Aparición de tumores en la glándula del timo: Algunas mujeres embarazadas con miastenia gravis tienen algún tumor en el timo. Generalmente, son timomas, es decir, no son tumores malignos.
- Problemas de la tiroides: Recordemos que la tiroides es la glándula encargada de secretar las hormonas que regulan el metabolismo. Si la tiroides se torna poco activa, podrían presentarse dificultades como el aumento de peso. Ahora bien, si por el contrario, la tiroides es hiperactiva, puede generar pérdida de peso, problemas para lidiar con el calor, entre otras.
- Afecciones autoinmunitarias: Se dice que las personas que desarrollan miastenia grave, tienen más probabilidades de adquirir otras afecciones autoinmunitarias como la artritis reumatoide o lupus.
Miastenia y embarazo
En una mujer embarazada, las complicaciones que pueden presentarse son:
- Parto prematuro: Puede ser provocado por determinados medicamentos que se utilizan para tratar la miastenia gravis.
- Dificultades en el parto: Pueden verse comprometidos los músculos que se requieren para pujar. Llega a ser necesario el nacimiento asistido por vacío o fórceps.
- Bebé con miastenia gravis: Esto sucede cuando los anticuerpos de la miastenia gravis de la madre cruzan la placenta y llegan al feto. Estos bebés pueden ser débiles, succionar con poca fuerza y tener problemas respiratorios. La afección suele ser temporal y durar sólo unas pocas semanas.
