Para una predicción temprana del género del bebé a través de los ultrasonidos, los profesionales utilizan mucho el método de la teoría del tubérculo genital.
Este método consiste en el análisis de un ‘tubérculo’ que sobresale en la zona genital del feto, que con el desarrollo podría convertirse en el pene o en el clitoris del bebé. Por lo general, como padres, no podemos percartarnos del sexo del bebé sino hasta el segundo trimestre del embarazo o el quinto mes, cerca de la semana 20 de gestación.
¿Cómo funciona la teoría del tubérculo genital?
A simple vista, esa pequeña característica de los bebés puede verse igual en unos y en otros, pero lo cierto es que el ángulo del tubérculo de los futuros niños apunta más hacia arriba, mientras que el de las niñas es más recto, a esto se le conoce como el ángulo de cola, práctica ampliamente conocida para adivinar el sexo del bebé.
Esta teoría se ha llevado a cabo desde 1989, y desde entonces se ha evaluado su confiabbilidad teniendo como resultado un acierto del 90%, o incluso más, esto teniendo en cuenta que el análisis se realice después de la semana 12 de gestación, el tamaño del feto supere los 60mm y la ecografía revele el tubérculo completo.
Ahora bien, siempre existe un margen de error, y en algunas ocasiones es incluso imposible identificar el tubérculo genital puesto que el bebé está en constante movimiento, de modo que el análisis puede ser más bien engañoso o difícil de realizar.
Para algunos especialistas es de suma importancia definir el género del bebé, pues consideran que esto les brinda luces a los padres sobre lo que deben hacer y cómo prepararse hasta el día del nacimiento, adicional a esto, se realizan los chequeos médicos necesarios para descartar cualquier anomalía del feto y se evaluarán las condiciones físicas del mismo.
De esta manera se puede esclarecer aún más el estado de salud, la estadio en el que se encuentra el embarazo y así mantener una fecha de parto más certera.
Fuente consultada: Babygram