Con información de la ONU
Expertos de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, afirman que los menores de edad son susceptibles de sufrir una mayor violencia sexual durante el confinamiento por el coronavirus.
A medida que los lazos comunitarios se debilitan debido a la crisis, todos debemos permanecer alerta e informar cualquier sospecha de abuso infantil. Las restricciones de viaje y el aumento en el número de usuarios en línea probablemente provocarán también un aumento significativo en los delitos cibernéticos, como el acoso sexual en línea, la transmisión en vivo de abuso sexual infantil y la producción y distribución de material de abuso sexual infantil.
“La sólida colaboración entre la industria privada y las fuerzas del orden público es clave para garantizar la detección temprana de casos cibernéticos y el bloqueo y la eliminación efectiva de material de explotación sexual infantil en línea”, señalaron la relatora especial sobre la venta y explotación sexual de niños, Maud de Boer-Buquicchio y la representante especial del Secretario General de la ONU sobre la violencia contra los niños, Najat Maalla M’jid.
Dichas operaciones implican fuerzas policiales dedicadas y capacitadas para monitorear las redes encriptadas de pedófilos; acceder legalmente a las direcciones IP para asegurar la evidencia, y notificar a las compañías y agencias extranjeras encargadas de hacer cumplir la ley, vigilando el estricto cumplimiento de las leyes internacionales de derechos humanos.
“La pérdida de ingresos del hogar afectará desproporcionadamente a los niños más vulnerables del mundo, lo que los convertirá en una presa fácil para el trabajo infantil, la servidumbre doméstica, la prostitución, la mendicidad forzada y otras situaciones de explotación, con un efecto probablemente duradero en estas víctimas”, advirtieron las expertas.
Ambas explicaron que todos deberíamos hacer esfuerzos significativos para apoyar a los operadores de primera línea en los servicios de protección infantil, los vigilantes de vecindarios y comunidades y también a la policía.
También se debe empoderar a los niños para que participen activamente en la respuesta a esta crisis, incluso a través de iniciativas entre pares.
“De esa forma, podemos asegurarnos de que la dignidad y los derechos de los niños estén protegidos y que ningún niño sufra las consecuencias colaterales de esta pandemia sin precedentes”.
Los padres, cuidadores, proveedores de servicios y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley necesitan, además, apoyo adicional para minimizar el aumento de los riesgos para los niños.