La hora del baño es uno de los momentos más divertidos y especiales para los niños. Desde su nacimiento y durante sus primeros años, bañarse les permite a los pequeños reconocer su cuerpo, adquirir buenos hábitos de higiene y estrechar los lazos con sus padres. Estos procesos, aunque lentos pero seguros, le van dando al niño la confianza suficiente para animarse a bañarse solos.
Sin embargo, frente a este tema siempre surge una pregunta que inquieta a padres y especialistas: ¿cuándo es el momento adecuado para dejar que el niño se bañe por su cuenta? Aunque las opiniones no son unánimes, los expertos consideran que alrededor de los 7 años es la edad más adecuada.
¿Cómo sé si es el momento ideal?
Esto no quiere decir que niños de más o menos edad no sean capaces de hacerlo solos. Antes de tomar esta decisión, se debe tener en cuenta que no todos aprenden al mismo tiempo o maduran emocionalmente y físicamente al mismo tiempo. Los padres deben evaluar el crecimiento integral de su hijo, hablar de forma sincera y abierta sobre el pudor y el espacio personal.
La mejor manera de saber si el niño está listo o no, es observar cómo reacciona a la hora del baño ante su desnudez estando en compañía. Cuando el pequeño muestra resistencia y se molesta cuando está desnudo a la hora del baño, es la ocasión perfecta para demostrarle que respetamos sus límites y dar el siguiente paso: permitirle bañarse solo.
Una de las mejores formas para hacer esta transición es limitar los juguetes en la bañera o ducha, para que comprendan que la diversión es precisamente disfrutar del agua y del jabón.
Por supuesto, después de permitirle bañarse solo, debemos revisar el proceso. Mientras logran hacerlo bien es conveniente chequear si enjuagaron todo el shampoo del cabello, se lavaron las orejas y detrás del cuello o si no les quedan restos de jabón en la piel.
Poco a poco, este proceso resulta muy gratificante para el niño, que se reconoce como una ‘persona grande’ y para los padres, ya que pueden utilizar ese tiempo en otras actividades cotidianas mientras se sorprenden del crecimiento de su pequeño.