Diversos tipos de alimentos pueden causar reacciones alérgicas alimentarias en la niñez intermedia. Los más comunes son la leche de vaca y otros productos lácteos, clara de huevo, aves de corral, mariscos, trigo, nueces, soja y chocolate.
“Las alergias las causan los anticuerpos que el sistema inmunológico del cuerpo produce, los cuales reaccionan al componente de un alimento en particular y luego liberan químicos que causan síntomas alérgicos como secreción nasal, estornudos, tos, picazón”.
Los niños también pueden experimentar dolor de estómago, distensión abdominal, calambres, diarrea, erupciones cutáneas e hinchazón. Aunque estas reacciones pueden producirse casi inmediatamente después de consumir estos alimentos, pueden durar horas y en algunas ocasiones incluso días.
El diagnóstico de alergias a los alimentos no es fácil. Otros trastornos pueden causar síntomas idénticos y precisar cuál es el alimento responsable puede ser difícil.
Su pediatra puede referir a su hijo con un alergólogo, quien tiene varias opciones de diagnóstico. El alergólogo puede sugerir una dieta de eliminación, un procedimiento en el que los alimentos sospechosos se eliminan de la dieta por un tiempo y los síntomas se vigilan de cerca para observar si desaparecen.
“Después de varias semanas, los alimentos se vuelven a introducir uno a uno, y las respuestas alérgicas se evalúan nuevamente para determinar qué alimento, si lo hay, es realmente la causa del problema“.
Su médico también puede utilizar pruebas de salud cutáneas y de sangre. Él o ella podrían pinchar la piel de la espalda o el brazo de su hijo y luego introducir un extracto líquido del alimento sospechoso para ver si ocurre alguna reacción, como hinchazón y picazón, por ejemplo. Sin embargo, mientras la validez de esta prueba es ampliamente aceptada en el diagnóstico de alergias transmitidas por el aire, existe controversia sobre su confiabilidad para detectar alergias alimenticias.
“Algunos médicos también pueden usar la prueba RAST, en la que se mezcla una muestra de sangre de su hijo con extractos de alimentos. Luego, la sangre se evalúa para determinar si existe presencia de anticuerpos para esos alimentos”.
La fiabilidad de esta prueba puede variar de un laboratorio a otro.
Una vez que se ha identificado el alimento responsable, su médico probablemente le recomendará que lo retire de la dieta de su hijo. Esto significa no solo la eliminación de los huevos, por ejemplo, sino también la de todos los productos que contienen huevos. Como resultado, puede ser que se vuelva más diligente en la lectura de las etiquetas en el supermercado.
Un niño alérgico al gluten de trigo, por ejemplo, puede tener que evitar la mayoría de los granos, incluyendo las galletas dulces, tartas, pasteles y pastas, así como quesos procesados, aderezos para ensaladas y muchos otros alimentos. La situación se vuelve aún más difícil si el niño es alérgico a varios alimentos.
Pida a su médico que le sugiera alternativas de los alimentos a los que su hijo es alérgico.
¿Pueden usarse sustitutos de huevo para un joven alérgico a los huevos? Cuándo un niño es alérgico a la leche, ¿debe comer otros alimentos ricos en proteínas (legumbres, pollo, pescado, carne) y productos ricos en calcio (sardinas, bróculi, espinacas)? ¿Pueden consumirse otros productos en lugar de la leche de vaca? Si su hijo es alérgico al trigo, ¿puede cocinar con harina de maíz o debe hacerlo con harina de arroz?
Por: Redacción Pediatría y Familia