La empatía es considerada como uno de los principales valores de la socialización. Un niño empático se convertirá en un adulto empático capaz de distinguir las emociones de otras personas, ponerse en sus zapatos y actuar para consolarlas o ayudarlas.
Y es que son tres puntos importantes los que se destacan dentro del desarrollo empático: El reconocimiento emocional, integración emocional y conductas congruentes. Las tres suceden en orden lineal, de modo que uno es consecuencia del otro,
Es cierto que este valor es innato en muchas personas, pero también es posible desarrollarlo, pues hace parte del aprendizaje social. Hay diferentes niveles de empatía que reconoce la psicología:
- Empatía cognitiva: Es la identificación del estado mental del interlocutor. A partir del mensaje que la otra persona está emitiendo y los gestos que realiza al hacerlo, somos capaces de distinguir lo que está pasando por su mente. Es fundamental este primer nivel, porque de aquí parten todos los demás.
- Empatía emocional: Una vez hay conciencia sobre las emociones implícitas en el mensaje, la empatía emocional nos permite ampliar la sensibilidad hacia los que sienten los demás y así poder dar una respuesta óptima para la otra persona.
- Simpatía: Se define como la acción de sentirse igual que el otro. Es un proceso que va más allá de la empatía, y que incluso en el ámbito social puede ser considerado como altruismo. La simpatía permite que las personas sientan un impulso desinteresado por ayudar incondicional y espontáneamente.
Promueve la empatía en los más pequeños
- Educa desde el ejemplo
- Brinda importancia a las conversaciones que tengas con sus hijos
- No emitas juicios por sus sentimientos y acéptalos
- Sé capaz de identificar las emociones negativas en los niños, y bríndales consuelo cuando así lo requieran
Ten en cuenta que la empatía es algo que se afianza con la práctica. El principal mecanismo de aprendizaje en los niños es la imitación, es importante brindar un bien ejemplo desde casa para que haya una coherencia entre lo que hacemos y lo que esperamos que ellos hagan.
La empatía no solamente les va a ayudar a consolidar unos valores sociales, sino que, además, les va a permitir tener respuestas naturales acertadas frente a las situaciones que les signifiquen un reto a sí mismos en el futuro.